Olympiacos está camino a realizar un nuevo anuncio ligado a la historia del Real Madrid. Después de fichar a Marcelo y James Rodríguez como agentes libres, el conjunto de El Pireo tuvo que salir en busca de un entrenador de experiencia, que llegue a dar resultados inmediatos y recomponga el rumbo perdido bajo las órdenes de Carlos Corberán.
Apenas dos días han pasado desde la destitución del técnico español y en Olympiacos ya le tienen reemplazo, nada más y nada menos que un compatriota que ya sabe lo que es dirigirlos. Se trata de Míchel González, uno de los míticos miembros de la Quinta del Buitre, de las dinastías más laureadas en la historia del Madrid.
Como jugador, Míchel dedicó la gran parte de su carrera al equipo de la capital española. Inició en los años 80 haciendo parte del Castilla, equipo filial de los merengues, hasta recibir la oportunidad de debutar en el primer equipo, donde hizo parte de una legión de jugadores inolvidables sobre el césped del Santiago Bernabéu.
Al lado del legendario Emilio Butragueño, el nuevo entrenador de James Rodríguez consiguió seis ligas (1986, 1987, 1988, 1989, 1990 y 1995), dos copas del Rey (1989 y 1993), y dos copas de la UEFA (1985 y 1986), además del invicto más largo del que se tiene registro, con 121 partidos consecutivos sin perder en condición de local.
Con la selección nacional, Míchel actuó en dos mundiales: México 86, cuando alcanzó los cuartos de final, su mejor resultado, y el de Italia 1990, en el que no pasaron de la fase de octavos. Terminada una laureada carrera como merengue, el volante se mudó al fútbol mexicano, para disputar su última temporada como profesional en el Atlético Celaya, al lado de Butragueño y Hugo Sánchez, que vieron su retiro al término de la 1996/97.
Como entrenador
Después del retiro como profesional, José Miguel González, como se llama en realidad, dedicó algunos años a ser miembro de programas deportivos en España, antes de dar el salto como entrenador, obteniendo la oportunidad de debutar al mando del Rayo Vallecano.
Aunque no cumplió con el objetivo del ascenso, Míchel mostró madera de entrenador y, gracias a su legado como jugador, recibió la oportunidad de dirigir en las divisiones menores del Real Madrid en 2006. Dos años después renunció en busca de oportunidades como primer entrenador, siendo el Getafe el que le dio su primera chance en la máxima división del balompié ibérico.
Esa fue una de las mejores campañas de su carrera como entrenador, pues consiguió mantener al equipo en primera y en 2010 alcanzó la clasificación a la Europa League, haciendo la mejor presentación de los azulones en la historia de la liga local con un decoroso sexto lugar.
Al terminar su paso por el Getafe, Míchel dio otro salto más al Sevilla, sin embargo, no cumplió con las expectativas y dio paso a un Unai Emery que luego haría historia en Europa. Ni un mes duró sin trabajo, pues en febrero del 2013 asumió como técnico del Olympiacos, equipo en el que logró sus únicos tres títulos: dos títulos de liga y uno de copa.
Después de aquel éxito, la carrera del entrenador ha pasado por más puntos bajos que altos, en equipos como Olympique de Marsella, Málaga, Pumas de México y recientemente de vuelta en el Getafe, de donde salió en 2021 luego de solo ganar un punto en ocho partidos disputados.
Ahora regresa al Olympiacos para un segundo ciclo, en el que se afronta a dos duros retos: rescatar la diferencia con la punta del campeonato local y evitar una eliminación de la Europa League, que está prácticamente consumada.