Demasiado escasos o demasiado caros, los alojamientos durante el Mundial-2022 en Qatar han preocupado mucho a los aficionados. A su llegada, la sensación ha sido de “sorpresa agradable” para algunos y de “decepción” para otros. Ochenta euros la noche por una habitación para dos personas con camas y estanterías de hierro, un baño privado y una cocina compartida en unos edificios sencillos de tres plantas, el pueblo de Barwa Barahat Al Janoub (30 km al sur de la capital Doha) es el alojamiento más barato propuesto por la plataforma oficial de los organizadores.
El periodista de SEMANA Juan Diego Alvira recorrió uno de esos lugares de lujo y esto fue lo que encontró. Allí tuvo que hacer uso del idioma inglés. “No hay pobreza”, reseñó mientras mostraba las instalaciones del lugar. “Esto es una locura, para que ustedes comiencen a hacerse una idea. La opulencia, el lujo que hay en un país de millonarios, todo está vestido de ambiente futbolero”, aseguró.
Estas son las imágenes:
A la sombra de sus rascacielos y sus centros comerciales de lujo, Qatar, el país que acoge el Mundial de Fútbol (20 noviembre-18 diciembre), es un país musulmán conservador con fuertes tradiciones. Estos son algunos elementos a tener en cuenta por los hinchas extranjeros que se dispongan a descubrir el emirato con motivo del Mundial:
Saludos y gestos de afecto
Con una población compuesta en un 90 % por expatriados, el uso del inglés está muy extendido y es dominante en Qatar, aunque la lengua oficial es el árabe. Hablar árabe no es indispensable, pero conocer algunas palabras en ese idioma es especialmente valorado por los cataríes. En los lugares públicos conviene levantarse para saludar a los demás, sobre todo si se trata de personas de edad avanzada.
En los saludos, es esperable que las mujeres cataríes, generalmente vestidas con un largo vestido negro y un pequeño velo, tiendan su mano. Algunas prefieren llevarse una mano a su corazón a modo de saludo. Los besos y gestos de afecto deben ser evitados en público, ya sean en parejas heterosexuales u homosexuales. Ir de la mano está, por contra, aceptado.
Retirar los zapatos
Como los habitantes de otros países del Golfo, los cataríes son muy hospitalarios y se preocupan por transmitir una imagen de respeto y amabilidad. Ser invitado a un hogar catarí implica quitarse el calzado en la entrada, pero hay que tener en cuenta también que hay que evitar dirigir la planta de los pies hacia los anfitriones.
Los cataríes comen a veces sentados en el suelo, con las manos, de un gran plato a la manera de los beduinos del desierto, aunque vivan en una ciudad moderna y adaptada completamente a las nuevas tecnologías. Es importante aceptar todo lo que el anfitrión ofrezca, ya que rechazar un regalo puede ser percibido como ofensivo.
El ritual del café
El café árabe, cuya receta se compone de granos de café claros tostados y luego hervidos con cardamomo y azafrán, es servido en pequeñas tazas llamadas “finjans”, con la ayuda de una cafetera llamada “dallah”. Este ritual, que generalmente se acompaña de una degustación de dátiles, es muy importante en los países del Golfo. Es un símbolo de las tradiciones de la región y la “dallah” es a veces utilizada como monumento en las plazas públicas.
En una casa, el anfitrión prueba primero el café para asegurarse de que es lo suficientemente bueno para sus invitados. Estos últimos deben siempre beberlo con la mano derecha. Si se devuelve la taza a la persona que sirve el café, eso significa que se está pidiendo tomar más, mientras que sacudir la taza significa que ya no se desea más cantidad.