Las camas ‘anti-sexo’ también harán parte de la Villa Olímpica de París-2024. Así lo han confirmado las primeras imágenes reveladas por la organización, que busca reducir las relaciones entre deportistas durante el mes que duran las justas.
Esta iniciativa nació en la víspera de los Juegos de Tokio-2020, cuando la principal preocupación de los comisarios era que se propagara el contagio de covid-19 al interior de la burbuja. Según el análisis de lo sucedido en la pasada edición, los resultados no fueron tan positivos y, a pesar de ello, se decidió repetirlo para la disputa de los Juegos en París, que esta vez no contará con el riesgo del coronavirus.
La marca Airweave es la encargada de proporcionar más de 16.000 camas para los Juegos Olímpicos, todas construidas a partir de cartón y materiales reciclables. Tal fue la repercusión que tuvo este diseño a nivel mundial, que varios participantes de Tokio-2020 subieron videos a sus redes sociales saltando en la cama y probando la resistencia del material.
“Hemos diseñado estas camas de cartón para tres o cuatro personas saltando porque después de conseguir una medalla la gente se pone muy contenta”, indicó Motokuni Takaoka, fundador y presidente de la marca encargada de la fabricación.
Las camas miden 90 centímetros de ancho y 200 centímetros de largo, con posibilidad de extender 20 centímetros más para los atletas que estén fuera de la estatura promedio.
Desde su creación se les ha llamado ‘anti-sexo’ porque se hicieron con el fin de disminuir las relaciones entre los atletas. La idea inicial era que el material y el espacio reducido hicieran pensar dos veces a los deportistas antes de acostarse con otra persona durante su estancia en la sede anfitriona.
En los Juegos de Tokio les advirtieron a los habitantes de la Villa Olímpica que su cama solo resistiría el peso de una persona y que debían evitar los movimientos bruscos; sin embargo, el diseño resultó soportar más de 200 kilogramos y los videos publicados por los propios deportistas lo demostraron.
Rhys Mcclenaghan, gimnasta nacido en Irlanda del Norte, fue uno de los encargados de desmentir que la cama se pudiera destruir si se saltaba sobre ella. “En el episodio de hoy de noticias falsas en los Juegos Olímpicos, las camas que están destinadas a ser antisexo. Están hechas de cartón, sí, y aparentemente están diseñadas para romperse con cualquier movimiento brusco”, decía mientras brincaba encima del colchón.
El video de Mcclenaghan se hizo viral durante las justas disputadas en 2021 y dejó la incógnita sobre la verdadera función de las camas de cartón, más allá que constituyen un intento del Comité Olímpico Internacional (COI) por disminuir la huella de carbono y la contaminación que provocan este tipo de eventos.
Las otras preocupaciones de los Juegos
A menos de tres meses de su inicio, la apatía de los franceses por París-2024 podría socavar un espíritu olímpico mundial ansioso de un nuevo impulso. Un sondeo de Elabe alertaba hace poco que, aunque el entusiasmo entre los franceses progresa ligeramente al 24 %, la “indiferencia” reina entre un 46 % y el 30 % restante se muestra “escéptico”.
Por otro lado, la influyente ultraderecha ha criticado desde el cartel oficial de los Juegos (en el que ‘desapareció’ una cruz de un monumento conocido) a la elección de los artistas que participarán en la ceremonia de inauguración prevista el 26 de julio.
Otro foco de preocupación es la economía. Los Juegos van a tener lugar en un momento en el que el aumento del coste de vida está provocando muchas dificultades económicas, lo que hace que, entre otras cosas, los precios de las entradas olímpicas, muy altos en ocasiones, parezcan inalcanzables.
Pese a todo, el vicealcalde de París, Emmanuel Gregoire, considera que el ambiente cambiará: “Todo el mundo estaba un poco temeroso con respecto a la seguridad durante los Juegos... Eso está cambiando”, dijo recientemente.