Con una dominante actuación de sus estrellas, los Denver Nuggets vencieron 94-89, este lunes 12 de junio, en su cancha, a los Miami Heat y se hicieron a su primer título de la NBA.
Los Nuggets, que ganaron las Finales por un global de 4-1, y se hicieron al anillo ante sus aficionados en el quinto partido.
Previo a título
En sus primeras Finales en 47 años en la liga, Denver tenía una cómoda ventaja de 3-1 que reflejaba su dominio sobre los Heat de Jimmy Butler, a los que pareció haberles abandonado las fuerzas en el momento decisivo de sus sorprendentes playoffs.
Jokic, un pívot con un talento único para asistir a sus compañeros (elegido como MVP, jugador más valioso de las finales), dirigió con maestría una orquesta minuciosamente afinada por un técnico, Michael Malone, y una dirección deportiva que trabajan al unísono desde hace ocho años.
De los 36 equipos que se vieron 3-1 abajo en unas Finales, únicamente uno fue capaz de alcanzar el anillo (no fue el caso de los Miami Heat en esta oportunidad). Esa gesta fue protagonizada en 2016 por el propio LeBron James y sus Cleveland Cavaliers, ante los todopoderosos Golden State Warriors de Stephen Curry.
Los Heat, el equipo que nunca se rinde, no quería renunciar a repetir una hazaña que está todavía muy presente en la memoria de aficionados y jugadores de la NBA. Tan viva está que todavía puede ser relatada a sus compañeros de Miami por el veterano ala-pívot Kevin Love, quien era socio en aquel entonces de LeBron en Cleveland.
Un equipo a fuego lento
En Denver, el técnico Michael Malone se esforzó en que sus jugadores no cayeran en un exceso de confianza y culminaron la misión de ganar para la ciudad el anillo que se les escapó a sus anteriores leyendas, como Carmelo Anthony o Alex English.
El título coronó a un equipo forjado a fuego lento, que adquirió a sus líderes en Drafts, donde no contaba con las primeras elecciones y los desarrolló para compenetrarse a un nivel que fascinó a la liga.
Jokic, la joya que descubrieron en el puesto 41 del Draft de 2014, había ganado dos premios MVP de temporada y acarició nuevamente el galardón (el tercer MVP) de mejor jugador de estas Finales, en las que antes del partido final promedió un estratosférico promedio de 30,8 puntos, 13,5 rebotes, 8 asistencias y 1,5 tapones por juego.
Jamal Murray, elegido en el séptimo lugar en 2016, se ha confirmado como estrella de una liga que aún no lo ha considerado para jugar un All-Star Game.
El base canadiense volvió a lo grande después de perderse toda la temporada pasada por una grave lesión y tiene una media de 23,3 puntos y 10,5 asistencias en estas Finales, una combinación que nadie lograba en esta instancia desde Magic Johnson.
Michael Porter Jr., seleccionado en el puesto 14 en 2018, dejó su rol de tercera espada en las Finales a Aaron Gordon, uno de los grandes aciertos de Denver en el mercado de fichajes.
De la mano de todos ellos, los modestos Nuggets salieron el lunes de la lista de 11 equipos sin anillo.