Este sábado 26 de octubre se llevó a cabo el clásico más importante del fútbol mundial. El Real Madrid recibió en el estadio Santiago Bernabéu al FC Barcelona por la fecha número 11 de la liga de España, una de las más importantes del plantea.

El equipo local empezó el juego con mucha fortaleza en ataque, tuvo varias opciones de gol en el primer tiempo. Pero el Barcelona supo esperar con paciencia, se adueñó del cotejo y terminó goleando 4 a 0 a los de Ancelotti.

El conjunto de Hansi Flick no bajó su línea defensiva, y el de Carlo Ancelotti trató de sorprender con la velocidad de Mbappé y Vinícius, pero no lo logró. El francés cayó una y otra vez en la trampa defensiva visitante y la ofensiva de los locales se vio casi siempre abortada por esta estrategia blaugrana.

Pese a todo, el 15 veces campeón de Europa tampoco anduvo fino en la finalización y casi todas las jugadas que se plantó ilegalmente delante de Iñaki Peña tampoco fue capaz de anotarlas antes de que el asistente levantara el banderín.

Todas salvo una de Mbappé, cuya delicada finalización llevó por momentos la alegría a la grada del Bernabéu hasta que el VAR avisó a Sánchez Martínez de la también posición ilegal del delantero. Antes, ‘Vini’ había tenido una muy clara tras una buena internada y recorte sobre Pau Cubarsí, pero también la envió fuera con Jude Bellingham en franca posición.

Tras una primera media hora trepidante, el partido bajó un tanto su ritmo y el Real Madrid no consiguió asomarse con mucho más peligro sobre la portería visitante. El Barça controló algo más, pero solo tuvo dos opciones con un pie salvador de Militao en un ‘pase de la muerte’ tras un flojo rechace de Lunin y un cabezazo de Íñigo Martínez por encima del larguero tras un saque de esquina.

Al descanso, pese a los presagios, no hubo goles, pero todo iba a cambiar tras el paso por vestuarios. Flick metió a Frenkie de Jong por Fermín López para acercar más a Pedri a la mediapunta, pero no fue el canario el que apareció sino Casadó, que dejó solo a Lewandowski ante Lunin para hacer el 0-1.

El delantero polaco, que nunca había marcado en Liga al Real Madrid y solo una vez en toda su carrera en el Santiago Bernabéu, demostró poco después su sensacional estado de forma para culminar apenas dos minutos después una gran jugada colectiva y un preciso centro de Raphinha y poner el clásico muy cerca.

El conjunto madridista, otra vez recibiendo dos ‘mazazos’ en poco tiempo, se tambaleó y se vio obligado a dar un paso adelante. Luka Modric fue la primera solución de Ancelotti y su equipo pudo meterse en el choque, pero Mbappé, tras un gran pase de Vinícius, perdonó un claro mano a mano ante un Iñaki Peña, luego también rápido para salir a un peligroso balón al espacio.

Flick metió a Dani Olmo para aprovechar mejor los espacios que dejaba el campeón, al que perdonó su ‘verdugo’. Lewandowski desaprovechó dos muy claras para haber enviado a la lona a su rival, ya muy expuesto y poco fino en la buenas opciones de Bellingham y una más de Mbappé, errático en su definición y donde más letal es.

Ancelotti metió a Brahim, pero no le dio tiempo a tener impacto porque el líder, voraz, no aflojó y no perdonó las concesiones para golear con Yamal y una ‘delicatessen’ de Raphinha.

*Con información de Europa Press.