El FC Barcelona firmó un triunfo milagroso (3-2) este sábado ante el RC Celta por la sexta jornada de LaLiga. El conjunto culé, maniatado durante 80 minutos por el libreto de Rafa Benítez supo marcar tres goles en los últimos minutos, y mantuvo la presión del liderato de la liga.
El equipo de Xavi Hernández estuvo muy cerca de sufrir un buen correctivo y un frenazo a sus buenas sensaciones de inicio de campaña. El Celta se adueñó del Estadi Olímpic Lluís Companys, marcó dos goles, de Larsen y Douvikas, y perdonó varios más ante un gran Ter Stegen. El técnico local metió todo lo que tenía, que es mucho esta temporada, y remontó con un doblete de Robert Lewandowski y el definitivo 3-2 de Joao Cancelo en el minuto 89.
Un Barça que venía de goleada en goleada se encontró con la maraña de Benítez, un entrenador con mil batallas, y un Celta que eliminó líneas de pases y tapó huecos por dentro a conciencia. De hacer 10 goles en los últimos dos partidos, el equipo de Xavi apenas tuvo una ocasión en el primer tiempo con Joao Félix.
Apretado duelo
Mientras, el Celta, que parecía empezar lejos de la portería rival, se defendió con autoridad y salió con mucho peligro. Larsen dio la pausa que necesitaba el equipo celeste para llegar arriba y también firmó el 0-1 a los 20 minutos. Fue tras un saque de esquina que el Barça ni despejó ni controló, descolocado atrás como en más de una ocasión, mientras perdía a Frenkie de Jong por lesión.
La única que encontró pase por dentro el campeón de Liga fue esa ocasión de Félix que se le fue arriba, pero el Celta se pudo ir con mayor ventaja, si no es por las intervenciones de Oriol Romeu y de Ter Stegen, en especial a un cabezazo de Larsen. La mala puntería de De la Torre también sonrió a un Barça muy castigado por un ex como Mingueza por la banda y sin ritmo ni reacción a la adversidad.
Gavi entró por el neerlandés pero la velocidad no subía en los locales, mientras el Celta seguía cómodo y con llegadas. Los de Benítez reclamaron un penalti sobre Bamba en la reanudación y, con el Barça obligado a atacar, el peligro atrás creció. Lamine Yamal fue el primer recambio al descanso, pero no apareció.
Aspas la tuvo y Mingueza también, con el Celta perdonando sin temerse la que se le venía encima. Ferran falló la mejor culé antes de ser sustituido por Raphinha, pero en el ida y vuelta fue Douvikas quien marcó para los de Vigo (0-2). El Barça se volcó para salvar los muebles y encontró una épica remontada para pasar de un posible batacazo a un triunfo de los que engorda la moral.
El Celta descuidó en esos 8 minutos como no había hecho en los 80 anteriores y Lewandowski firmó un doblete de puro delantero. Primero aprovechó un buen pase de Joao Félix estirando el pie al máximo para batir a Villar y, al poco, mató desde el punto de penalti. Faltaba la guinda, que se encargó de regalar Cancelo al Olímpic, celebrado a lo grande por un campeón de todo con el Manchester City.
El Celta terminó con las manos en la cabeza el partido que apuntaba a resurgir de su temporada, el cual, con cuatro puntos, tendrá que esperar. Mientras, el Barça mantiene su racha triunfal capaz de hacer los deberes en un abrir y cerrar de ojos a la espera de sacar tajada del derbi madrileño y quedarse en el liderato (16).
Con información de EuropaPress