“Alcanzaron a pegarnos puños e incluso nos sacaron navajas”, dijo a SEMANA un jugador del Once Caldas de Manizales que prefiere guardar, después de que los hinchas del equipo ´blanco, blanco´ invadieran el campo tras la derrota con Alianza Petrolera en la fecha 14. Teme por su vida y la de su familia, las amenazas en redes son constantes y poco sale de su hogar a otro lugar que no sea los entrenamientos. Las agresiones en el Palogrande, son investigadas por la Fiscalía.
El que sí salió de su casa para jugar el segundo partido de Copa Libertadores fue Atlético Nacional. El equipo fue desterrado al estadio Metropolitano de Barranquilla, pues la tribuna sur del Atanasio Girardot, donde oficia de local, se convirtió en un campo de batalla antes del partido con América de Cali, todo porque los dirigentes del verde paisa anunciaron que suspendían “los beneficios económicos” con la barra que se ubica en ese costado del escenario deportivo, denominados LDS.
“Creemos fielmente que nadie debe tener privilegios sobre otros”, argumentó Nacional en un comunicado. Mauricio Navarro, presidente de la institución, aseguró en SEMANA que anualmente le daban más de 1000 millones de pesos que incluían 500 boletas promedio, pago por seguridad, control de los hinchas visitantes y parafernalia para el recibimiento del equipo. La decisión de romper con una relación de casi 20 años, también fue motivada por la difícil situación económica.
Sin embargo, el líder de la barra, Felipe Muñoz, aseguró a esta casa periodística que LDS y Nacional tenían unos convenios firmados. El principal tenía que ver con la logística de la tribuna. Aclara que había corresponsabilidad, no beneficios mediante contratos supeditados a las indicaciones de los abogados del equipo y que cumplía los parámetros contractuales y comerciales.
“500 personas encargadas de contener que se metan a la cancha, un trabajo pedagógico y territorial llevando el mensaje de convivencia que daba todo un estímulo a la dinámica laboral de la barra”, indicó.
Tras los lamentables desmanes que dejaron más de 80 personas heridas y 8 capturados de la barra, Millonarios, se solidarizó con su rival histórico.
“La violencia nunca podrá ser herramienta para ejercer presión, por lo que tiene que ser rechazada y erradicada del fútbol”.
Los azules ya habían marcado un precedente histórico cuando su presidente, Enrique Camacho, decidió sacar de la tribuna norte a Los Comandos Azules, una de las barras bravas del embajador que llevaban más de 10 años en ese sector alentando, pero también causando terror. Dicha gradería se convirtió en espacio para las familias hasta febrero de 2023.
“Millonarios FC informa que siguiendo las indicaciones del Protocolo Distrital de Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol de Bogotá, la Tribuna Lateral Norte dejará de ser Tribuna Familiar y será asignada como Tribuna Popular”, comunicaron desde el club.
¿Nacional es el único equipo con “beneficios” a la barras?
SEMANA consultó a los equipos más importantes del país, quienes reconocieron ―en su mayoría― mantener relación de alguna manera con sus hinchadas.
Tulio Gómez, máximo accionista del América aceptó que, aunque han construido una relación de respeto, hay líneas que no han permitido pasar, por ejemplo, que no inciden en las decisiones de contrataciones
“A ellos les damos el 10 % de descuento por la compra de 3 o 4.000 boletas. También, entrada por lista a 150 personas para que controlen la tribuna sur”, confirma y agrega que el control de dichos barristas se lleva con cédula y que ante el mal comportamiento se prohíbe la entrada hasta por seis meses y, en algunos casos, ha tenido que acudir a la ley y al veto de por vida.
En septiembre de 2021, hinchas del Cali invadieron la cancha en Tuluá tras la derrota 2 a 0 con Cortuluá. Fueron cinco fechas de sanción para la institución que se quedó sin la taquilla necesaria para menguar la crisis económica que supera los 100 mil millones.
Sin embargo, Luis Fernando Mena, presidente del equipo azucarero, dijo que la relación con las barras ha mejorado, es sin ánimo de lucro y que contrario a exigir prebendas, se han solidarizado.
“Han comprado boletas pese a ser abonados y se han unido a campañas. Han entendido que si se portan mal, la institución no puede traer buenos jugadores. No estamos en condiciones de regalarles nada”.
En Santa Fe, Eduardo Méndez, presidente cardenal se reúne con los barristas una vez al mes cumpliendo la ley 270 de la Comisión Nacional para la Seguridad, Comodidad y Convivencia en el Fútbol. Siempre deja actas de constancia.
“Compartimos algunos criterios”, dice y asegura que no hay relación comercial o laboral. Aclara que no les regala boletas, pero que los apoya con descuentos cuando solicitan compras en cantidad.
“Lo único que dejamos es entrar por lista a los que ponen banderas y el color de la tribuna”.
Deportes Tolima y Junior negaron relación alguna con sus barras. El DIM por su parte, prefiere pronunciarse el próximo lunes 24 de abril al respecto cuando se cumpla la reunión entre los 36 equipos de los clubes y la Dimayor para determinar como brindar seguridad en un deporte, que hoy es sinónimo de violencia.