Aquel partido de Eliminatorias a Catar 2022 entre Brasil y Argentina, que se suspendió por los protocolos de bioseguridad en Sao Paulo, vuelve a crear problemas para la Fifa. Ambas selecciones están paradas en la raya a no jugar el partido que, sea cual sea el resultado, no cambiará nada en la lista de clasificados a la cita orbital.
La Fifa decidió, en febrero, que el encuentro debía volverse a disputar y sancionó a los jugadores argentinos afectados con dos partidos de suspensión. Las federaciones argentina y brasileña (AFA y CBF), que fueron multadas por varios incumplimientos, presentaron recursos contra estas sanciones.
“La Comisión de Apelación ha confirmado que el partido se volverá a disputar; además, mantiene la multa de 50.000 francos suizos (unos 50.250 dólares) impuesta a ambas federaciones a causa de la suspensión”, anunció el organismo este en un comunicado en mayo.
Después de esa sentencia, el siguiente paso era conocer al campo neutral en el que Brasil decidía jugar el partido, además de acordar una fecha que, tentativamente, sería para el parón internacional de septiembre, último antes de disputar la Copa del Mundo.
Pero los meses pasaron y la CBF nunca respondió, hasta hoy, cuando atacó nuevamente por pedido de su técnico, Tite, que después de Catar 2022 se despedirá de la canarinha. De acuerdo con información de la prensa brasileña, la Federación de ese país ha hecho extensiva una comunicación a la Fifa para que declare desierto el partido oficialmente, pues lo consideran un “problema” a la preparación de su equipo para el Mundial.
Brasil, de hecho, se aferra a un fallo del Tribunar del Deporte (TAS) para no tener que disputar el partido y cumplir el calendario de amistosos que tiene definido desde hace rato. Lo cierto es que ni Brasil quiere enfrentar a Argentina, ni Argentina a Brasil, incluso si se tratara de un partido oficial antes de la cita orbital.
Brasil y Argentina están parados en la línea de no disputar este partido, sea cual sea la decisión de la Fifa, pues se acogieron al TAS luego de la última respuesta por parte del organismo internacional. Incluso el técnico Lionel Scaloni manifestó hace pocos días que no tenían conocimiento de fecha u hora para el partido, lo que deja claro que en la CBF no tienen ningún interés en disputarlo.
“Todavía no sabemos dónde será. Nos está trastocando los esquemas con este tema. Estamos a un mes y medio de esa fecha (el 22 de septiembre) y no sabemos con quién vamos a jugar ni dónde vamos a jugar. Es difícil de entender que la Fifa no tome una decisión”, dijo el estratega argentino, cazado por la prensa en el aeropuerto de Ezeiza.
Scaloni aseguró que siguen en “incertidumbre total” a poco más de un mes para la fecha en la que, según la Fifa, debe jugarse. “Estamos sin saber si vamos a jugar. No es lo ideal esta situación y no es culpa nuestra, es de quien debe tomar la decisión. Nosotros tenemos que esperar y ver qué pasa con ese partido. Me parece insólita la situación del partido con Brasil”, aseguró.
El clásico entre Brasil y Argentina, correspondiente a la sexta fecha de las eliminatorias ya finalizadas, se postergó primero por la pandemia, y luego empezó a jugarse el domingo 5 de septiembre de 2021 en el Arena Corinthians, pero se suspendió a los cinco minutos por la invasión de campo de autoridades sanitarias, que querían detener a cuatro jugadores argentinos.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) denunció entonces que Emiliano Martínez, Emiliano Buendía, Cristian Romero y Giovani Lo Celso, residentes en Inglaterra, habían falseado su declaración de ingreso a Brasil para eludir las medidas vigentes en ese momento por la pandemia de covid-19. En un acto histórico, el partido se detuvo y los protagonistas volvieron al vestuario en un bochornoso hecho que a día de hoy no se resuelve.