Faisury Jiménez obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos 2020 en la prueba de 400 metros categoría T38.

La colombiana terminó la prueba con un tiempo de 1:00.17, récord de las Américas.

El oro lo obtuvo la alemana Lindy Ave con un tiempo de 1:00.00 y la plata fue para la rusa Margarita Goncharova con un tiempo de 1:00.14.

Con 21 años, Jiménez sumó su segunda medalla en las justas de Tokio. Anteriormente había ganado plata en los 100 metros T38.

En la prueba de los 400 metros T38 también participó la colombiana Katty Hurtado, que obtuvo diploma olímpico al quedar en el sexto puesto con un tiempo de 1:01.40.

Colombia terminó su participación en los Juegos Paralímpicos de Tokio con un total de 24 medallas, tres de oro, siete de plata y 14 de bronce, superando su participación en Río 2016, donde obtuvo 17.

El viernes, Laura Carolina González obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 y se convirtió en la primera mujer colombiana en obtener una presea en natación paraolímpica.

González ocupó el tercer lugar en los 100 metros mariposa S8.

El oro lo obtuvo la estadounidense Jessica Long y la plata fue para la rusa Viktoriia Ishchiulova.

Además de esta medalla de bronce, Laura González ha sido medallista ocho veces en los Juegos Parapanamericanos Juveniles. En las últimas justas, realizadas en Lima, Perú, en 2019, obtuvo oro, plata y bronce.

Colombia continúa demostrando el buen nivel que tienen los deportistas paralímpicos y su representación. China se mantiene a la cabeza con 175 medallas, seguida de Reino Unido con 106 y el Comité Paralímpico Ruso con 104.

La hazaña de Nelson Crispín

El santandereano de 29 años encontró en la natación un refugio para superar el complejo que tenía por la enfermedad que le habían diagnosticado desde niño.

En 2013, y con tan solo 21 años, Nelson Crispín Corzón ya era considerado por el Comité Paralímpico Colombiano como el Deportista del Año. Además, fue el atleta abanderado para llevar el pabellón nacional en los Juegos Paralímpicos de Río 2016. Ahora, este santandereano de talla corta, pero de corazón gigante, llegó con pie derecho a Tokio y está demostrando de qué están hechos los colombianos que, como él, trabajan por un sueño y un objetivo sin importar las dificultades o retos que se interpongan en el camino.

Comenzaron las pruebas en la gran piscina olímpica de Tokio. Aun sin público en las tribunas, en el complejo acuático se sentía la tensión cuando entraba uno a uno los deportistas que disputarían la primera prueba de los 200 metros combinados SM6. Por su parte, los espectadores colombianos guardaban sus esperanzas en aquel nadador favorito del país, aquel ‘delfín santandereano’ que una vez toca el agua es imparable.

Afortunadamente, el apoyo no fue en vano. No terminaba la primera semana de competencias en los Juegos Paralímpicos de Tokio cuando ya en lo más alto del podio sonaba el himno de Colombia, era la primera presea dorada para el país en esta edición de los Juegos. El protagonista era un deportista de élite a quien no le quedan los sueños cortos.

Crispín nació en Floridablanca, Santander, hace 29 años, mide 1,35 metros y sufre de acondroplasia, una enfermedad que afecta el crecimiento óseo de los cartílagos y provoca enanismo, especialmente en las extremidades. Sin embargo, dicho trastorno no fue impedimento para que el nadador trajera al país innumerables victorias en la para natación.