A tres días de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, el fantasma de la covid-19 enciende las alarmas en estas justas deportivas que irán hasta el próximo 11 de agosto.
Mientras tanto, el Comité Olímpico de Oceanía (COA) confirmó este miércoles, 24 de julio, que la selección australiana femenina de waterpolo dio a conocer que cinco de sus jugadoras dieron positivo para covid-19, a pocas horas del inicio de estas justas deportivas.
Inicialmente, se habían anunciado dos contagios por coronavirus, pero, con el paso de las horas, se confirmaron tres más, motivo por el cual todo el equipo olímpico oceánico fue sometido a pruebas de detección del coronavirus.
Por el momento no han sido reveladas las identidades de las deportistas de la selección australiana femenina de waterpolo que dieron positivo para covid-19.
Anna Meares, jefa de misión de Australia en los Juegos Olímpicos de París 2024, indicó que las cinco deportistas que dieron positivo para coronavirus podrán entrenar una vez estén lo suficientemente sanas y que, por el momento, las aislarán y evitarán que hagan presencia en las zonas más concurridas de la Villa Olímpica.
Sumado a lo anterior, varios atletas belgas de los Juegos Olímpicos 2024, cuyos nombres e identidades no fueron desvelados, dieron recientemente positivo por covid-19 y deberán atrasar su viaje a París, informó este miércoles el médico del Comité Olímpico Belga al periódico Het Laatste Nieuws.
“No queremos correr ningún riesgo. Tenemos varios atletas que están en la lista de espera y que no están todavía autorizados a entrar, ya que deben presentar antes un test negativo. Por ahora, nos queda un cierto margen de maniobra”, declaró el doctor Johan Bellemans.
La participación en los Juegos de estos deportistas, sin embargo, no está comprometida, según explicó.
Ante el temor por un aumento de los casos, se adaptaron nuevas medidas sanitarias. “El objetivo es que ningún atleta más se vea afectado, ya que si aparecieran nuevos casos ahora, los tiempos serían más complicados”, añadió Johan Bellemans.
Según él, “todas las señales están encendidas. Hay un miedo real de que el coronavirus entre aquí (en la villa olímpica)”.
El caso de los nadadores chinos, una amenaza para Salt Lake City 2034
La batalla emprendida por las autoridades estadounidenses sobre el caso de 23 nadadores chinos que dieron positivo en 2021 se invitó este miércoles a la atribución oficial a Salt Lake City de la sede olímpica de invierno de 2034.
Una aplastante mayoría de los participantes en la 142ª sesión del Comité Olímpico Internacional (COI) designó a la capital de Utah para sus segundos Juegos de Invierno, después de los de 2002.
Ya con las infraestructuras requeridas, la ciudad de los mormones está “lista”, aseguró el jefe de su candidatura, Fraser Bullock, a diez años de la cita olímpica.
El COI incluso alabó un dosier de candidatura “extraordinario”, pero incluyó en el contrato de ciudad-sede tiene una cláusula de anulación “en caso de que la autoridad suprema de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) no sea totalmente respetada”, explicó John Coates, vicepresidente de la instancia olímpica.
Se trata de una medida de precaución sin precedentes. Detrás de ello está la apertura hace unas semanas por parte de la justicia estadounidense de una investigación penal sobre la gestión de la AMA del caso de los 23 nadadores chinos controlados positivo en 2021 y que no fueron sancionados.
El asunto fue revelado hace unos meses por una investigación de The New York Times y la cadena alemana ARD. Desde entonces ha adquirido incluso una deriva geopolítica.
El patrón de la agencia antidopaje de Estados Unidos (USADA), Travis Tygart, no deja de acusar a la AMA de haber “permitido a China esconder casos positivos debajo de la alfombra”, reavivando un conflicto siempre latente entre la organización con sede en Montreal -financiada a medias entre COI y los gobiernos- y la primera potencia mundial.
Para el mundo olímpico, el inicio a principios de julio de una investigación del FBI basada en la Rodchenkov Act, la controvertida ley por la cual Estados Unidos se atribuyó a finales de 2020 una competencia extraterritorial en materia de dopaje, hizo que se desbordara el vaso.
Antes incluso de la sesión, el COI y las federaciones internacionales estaban abiertamente preocupados por el hecho de que los estadounidenses fragilizaran a la AMA, creada en 1999 tras el escándalo Festina del ciclismo para elaborar el Código Mundial Antidopaje y permitir una lucha coherente según deportes y países.
*Con información de AFP.