Cuatro meses después de su detención en Barcelona, el futbolista Dani Alves sigue privado de su libertad a raíz de una grave denuncia en su contra por una presunta violación que cometió al interior de una exclusiva discoteca en la capital catalana.
En un principio, Alves dijo no conocer a la mujer que lo acusó de haber tenido relaciones sexuales sin consentimiento en un baño, sin embargo, su versión fue cambiando con el paso de los días, al tiempo que el escándalo se hacía más grande y su relación con la modelo española Joana Sanz se daba por terminada.
Hasta ahora, el material probatorio ha estado exclusivamente en manos de las autoridades, sin embargo, el diario ARA de Barcelona tuvo acceso al material con el que se desmontan varios puntos de la defensa del jugador.
Cabe recordar que Alves estaba ubicado en una zona VIP del Sutton, desde donde envió un mensaje a las mujeres por medio de un mesero. Después de tanto insistir, accedieron a sentarse con el jugador y otro acompañante, momento en el que comenzaron las insinuaciones.
Una de las acompañantes, que se identifico como una prima y la amiga de la denunciante, le manifestó a la policía de Barcelona que el futbolista intento manosearla con violencia en más de una oportunidad, pero logró zafarse y se alejó del lugar. Este comportamiento coincide con la declaración de la denunciante, que aseguró ver como “tocaba a mis amigas y de lo pegado que estaba a ellas”.
A partir de allí, el medio catalán relata que en los videos de las cámaras de seguridad se ve el momento en que “la víctima estaba de espaldas al futbolista, pero él le agarró la mano y la llevó a la zona de sus genitales. La chica la sacó de repente y, disimuladamente, alargó su mano hacia su prima para seguir bailando con ella y alejarse de Alves”.
Mientras bailaban, de acuerdo al ARA, Alves insistió en tocar a la mujer en varias oportunidades. “Bailaron cara a cara y Alves bajó la mano hasta el trasero de la chica. Ella volvió a quitársela”, describe el relato basado en las imágenes al interior del sitio.
Por un momento, Alves se alejó de la pista de baile y se sentó en la mesa que tenía reservada en la discoteca, antes de ir hacia el baño en el que, presuntamente, cometió el delito. “Se puso delante de una puerta, la abrió y espero a que fuera la víctima. Luego le cortó el paso y cerró la puerta cuando la chica estaba adentro”.
De acuerdo a la declaración de la víctima, entró sin reconocer el lugar y pensó que se trataba de una zona para fumadores. Cuando intentó salir, el futbolista brasileño le había cerrado la única puerta de salida del baño en el que, según su versión, fue penetrada con violencia por parte de Alves.
Tras unos minutos con la puerta cerrada, “Dani Alves fue el primero en salir del baño. Caminó unos metros y agarró una copa de la mesa, le dio un trago y se apartó hacia un extremo del sector VIP, evitando hablar con los que estaban con él. Conversó con los del reservado de al lado y se tomó una foto con ellos”.
“Sale luego una chica del baño donde habían estado los dos y donde ella aseguraría, poco después, que Alves la había violado”. Las imágenes corroboran que la mujer salió fue “directo a su prima para decirle que era hora de irse. La chica de la supuesta agresión, distante, solo le choca la mano. Las dos salen deprisa de la discoteca”.
Otra cámara habría captado cuando la denunciante “estaba con su prima y se puso a llorar” cerca a la puerta del lugar. “Uno de sus primeros gestos fue señalarse rápidamente la rodilla, donde tenía una herida que el informe médico recogió” y que también sirve como prueba en contra del futbolista.
Alves, mientras tanto, se ve abandonando la discoteca con cautela para no ser reconocido. “El futbolista, con un suéter encima de la camiseta blanca y una gorra puesta, pasó junto al grupo sin detenerse e incluso se le ve dar un pequeño paso para esquivar a las chicas y al guardia. La conversación se detuvo y lo miraron sin decir nada”, finaliza el informe del diario catalán.