La boxeadora argelina Imane Khelif, envuelta en una polémica de género en los Juegos Olímpicos de París 2024, dijo que ganar el oro olímpico fue la respuesta perfecta a los “ataques” y el “acoso” que recibió. “Estoy plenamente cualificada para participar (en el torneo olímpico femenino). Soy una mujer como cualquier otra. Nací mujer, viví como mujer y competí como mujer”, recalcó la argelina tras su victoria en la final de los 66 kilos en el estadio Roland Garros.
Tanto Khelif como la boxeadora taiwanesa Lin Yu-ting fueron objeto de críticas de parte de algunas rivales y políticos conservadores como Donald Trump, así como de numerosos usuarios en redes sociales, que cuestionaron que sean mujeres debido a que el año pasado no superaron una prueba de género en el Mundial femenino de Boxeo. Ambas fueron descalificadas de ese torneo por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), organismo que está enfrentado al Comité Olímpico Internacional (COI) y al que se le retiró la organización del boxeo en los Juegos por problemas de ética y transparencia.
Tras ser felicitada telefónicamente por el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, la boxeadora de 25 años de edad declaró a beIN Sports: “Fui objeto de acoso y de una campaña feroz, y esta es la mejor respuesta para ellos”.
Con la medalla de oro colgada del cuello, Khelif fue preguntada en una abarrotada rueda de prensa por las dudas vertidas en estas dos últimas semanas sobre su elegibilidad para competir en el torneo femenino de los Juegos. “Ellos son enemigos del éxito”, dijo sobre sus críticos. “Esto le da a mi éxito un sabor especial por los ataques”. Después de que Khelif y Lin fueran defendidas por el COI, que insistió en que eran aptas para competir, la IBA dijo que ambas fueron sometidas el año pasado a “pruebas genéticas que demuestran que son hombres”.
“Ellos me odian y no sé por qué”, dijo Khelif de la IBA. “Les envié un mensaje con esta medalla”, agregó.
Por otra parte, un salón de belleza mostró cómo sometió a Khelif a un cambio de look luego de su medalla.
Estas son las imágenes:
Heroína en su casa
Con disparos al aire y cánticos de alegría, el pueblo pobre y rural de la boxeadora argelina Imane Khelif celebró su oro en los Juegos Olímpicos de París después de una controversia de género. Biban Mesbah, de unos 6.000 habitantes, vitoreó el nombre de Khelif y entonó el cántico famoso en el país: “Un, dos, tres... Viva Argelia”.
“Es la victoria de Argelia”, dijo su padre Omar Khelif a los reporteros después de ver el combate en una pantalla gigante instalada en este municipio ubicado unos 300 kilómetros al sudoeste de Argel, la capital del país árabe.
Los habitantes también lanzaron disparos al aire en honor a la primera medalla olímpica de la boxeadora, de 25 años de edad, que se impuso a la china Yang Liu en la final del peso wélter (-66 kg). El júbilo llegó también a la capital, con una multitud reunida en el centro de la ciudad para celebrar la victoria con fuegos artificiales y haciendo sonar los cláxones de los autos.
El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, se sumó a las celebraciones en las redes sociales: “Estamos todos orgullosos de ti, campeona olímpica Imane, tu victoria hoy es la victoria de Argelia y tu oro es el oro de Argelia”.
“Una mujer fuerte”
Antes del combate definitivo, cientos de voluntarios se presentaron en Biban Mesbah para preparar la gran noche. A pesar de unas temperaturas sofocantes de 46 ºC, los hombres limpiaban la aldea y decenas de mujeres alistaban enormes cacerolas de cuscús. “Acordamos darle al pueblo una nueva cara e insuflarle una nueva vida con la victoria de Imane Khelif”, explica a la AFP su primo Mounir Khelif, de 36 años.
“Nos hemos ayudado entre todos, algunos trayendo cuscús, otros aceite y verduras, y aquellos que no podían ayudar con las provisiones lo hicieron con la preparación”, dijo Amina Saadi, una mujer de 52 años y madre de seis niños. “Estamos todos unidos detrás de Imane Khelif, que ha honrado a Argelia, es lo menos que podemos ofrecerle”, aseguró.
La boxeadora fue víctima de una campaña de ataques en redes sociales que la presentaba como un “hombre luchando contra mujeres”. “Soy una mujer fuerte con poderes especiales. Desde el ring, envié un mensaje a los que estaban contra mí”, dijo ella después de su victoria.
“Familia conservadora”
La controversia comenzó en la capital francesa cuando Khelif derrotó en apenas 46 segundos a la italiana Angela Carini, que rompió a llorar y abandonó el combate después de recibir un duro golpe en la nariz. Los argelinos se solidarizaron con su boxeadora, irritados de que su padre tuviera que enseñar el certificado de nacimiento de Khelif a los periodistas para demostrar que nació mujer.
La carrera internacional de Khelif despegó con su participación en los Juegos de Tokio en 2021, donde terminó quinta de su peso, entonces sin ningún tipo de polémica. En 2023, llegó a las semifinales del Mundial de Nueva Delhi, pero fue descalificada por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) por no superar una prueba de género.
Enfrentado con la IBA, el Comité Olímpico Internacional le retiró a esa asociación la organización del torneo en París, donde ha defendido la participación de Khelif. Procedente de una familia con recursos limitados, la boxeadora habló antes de los Juegos de las dificultades de su vida en “un pueblo de gente conservadora” a las puertas del desierto.
Imane explicó que su padre al principio no aceptaba que se dedicara al boxeo. “Vengo de una familia conservadora. El boxeo no es un deporte practicado ampliamente por mujeres, especialmente en Argelia”, dijo a Canal Algerie un mes antes de los Juegos. En una entrevista con Unicef, explicó que solía vender chatarra y su madre cuscús casero para poder pagar los billetes de autobús para ir a entrenar a un pueblo a diez kilómetros de distancia. “Empecé con nada y ahora lo tengo todo”, afirmaba la boxeadora en esa entrevista.
*Con información de AFP.