Recientemente, en Colombia cuatro estadios fueron sede del Mundial Femenino Sub-20 celebrado en el país. Los recintos dispuestos para albergar el campeonato fueron los dos de Bogotá (El Campín y Metropolitano de Techo), así como los de Medellín (Atanasio Girardot) y Cali (Pascual Guerrero).
Previo a la disputa de los juegos, cada ciudad tuvo que hacer adecuaciones para que los escenarios quedasen aprobados por parte de Fifa. Muchas adecuaciones en grama, zonas de prensa, así como vestuarios, dejaron un nivel por encima de lo que estaban los estadios.
Según lo consignado por los reportes de prensa del Instituto de Recreación y Deporte, hubo “una inversión cercana a los $ 988.000.000 de pesos para la realización de diversas intervenciones que aseguren la calidad de las instalaciones”.
Daniel García Cañón, director del IDRD, destacó cuando se dio la entrega oficial: “Hemos invertido en infraestructura de vanguardia y en mejoras significativas para garantizar que nuestra ciudad no solo cumpla con los estándares internacionales, sino que se convierta en un referente mundial”.
Y complementaba, afirmando el compromiso por mejorar de la capital por el deporte: “Estamos orgullosos de recibir a los mejores equipos juveniles del mundo y de ofrecerles instalaciones de primer nivel que enaltecen el deporte y la ciudad”.
Perjudicados Santa Fe y Millonarios
Aunque para Bogotá sea sumamente importante seguir progresando en sus escenarios deportivos, con el regreso de equipos como Independiente Santa Fe y Millonarios, habituales arrendatarios de estos espacios para sus juegos de local, ha existido un cambio de reglas sobre el alquiler que no esperaban.
Según lo cuenta el periodista Cristian Pinzón de Caracol Radio: “Hay molestias en Millonarios y Santa Fe por cambios en las condiciones de arrendamiento tras remodelación de El Campín a manos de su nueva administración”.
Al parecer, de manera arbitraria las cosas habrían cambiado y serían tan graves que los obligarían a no hacer uso más del estadio bogotano: “Hay imposiciones que representarían pérdidas económicas importantes para ambos. En riesgo su continuidad en el estadio”.
Por el momento no ha habido pronunciamiento oficial por parte de los clubes en cuestión, pero en caso de hacerse oficial su salida de El Campín, estarían volviendo a necesitar de una casa alterna, tal y como ya lo hizo Millonarios, quien jugó en Villavicencio producto de las adecuaciones al estadio de Bogotá.
Santa Fe, en su momento, tomó la decisión radical de no buscar otra plaza diferente a su habitual para los juegos frente a su hinchada. El presidente Eduardo Méndez pidió a la División Mayor del Fútbol Colombiano posponer cuantos juegos fueran necesarios, y luego ponerse al día en el calendario.
“Vamos a esperar hasta que El Campín esté habilitado para nuestros partidos como local. Es lo más responsable con Santa Fe”, dijo en su momento el directivo en declaraciones a los medios de comunicación.
Además de eso, explicó que no se trató de una determinación individual, sino algo consensuado con el grupo de trabajo cercano al primer equipo de Santa Fe: “Nuestra postura de no buscar sede alterna es definitiva y fue charlada con antelación con el cuerpo técnico”.