Una semana de ensueño ha vivido la colombiana Camila Osorio en Monterrey, donde eliminó a varias favoritas al título y ha demostrado su capacidad para responder a las situaciones más complicadas. A pesar de que el balance no fue bueno en el arranque de 2022, con la dolorosa eliminación en la primera ronda del Australian Open, primer grand slam del año, la gira por suelo mexicano le dio mejores sensaciones para lo que viene.
En el Abierto de Guadalajara, disputado a finales de febrero, la número 44 del mundo ya había avanzado hasta la fase de cuartos de final, cayendo sorpresivamente frente a la búlgara Anna Kalinskaya, número 86 de la WTA. A pesar de eso, había dejado buenas señales y en Monterrey era la oportunidad perfecta para tomar la confianza que faltó en los dos torneos anteriores.
“Estoy muy feliz”, dijo Osorio desde Monterrey este sábado, después de haber conseguido su tiquete a la gran final, tras un partido que duró 1 hora y 29 minutos frente a la española Nuria Parrizas, número 51 del mundo, con parciales de 6-4 y 6-4.
Diferente a otras ocasiones en este mismo torneo, la tenista colombiana no dejó dudas que pudieran poner en peligro su puesto en el partido definitivo. Parrizas le quebró el primer servicio, pero Camila hizo lo propio para remontar y seguir de largo, sellando la primera manga en apenas 40 minutos.
En el segundo set ambas volvieron a quebrarse el servicio y mantuvieron la igualdad hasta que, en el décimo juego, la jugadora nacida en Cúcuta (Norte de Santander) fue contundente en sus golpes e inclinó la balanza hacia otro 6-4, confirmando así la victoria.
“No puedo creer que ya estoy por jugar el último partido. Acá empezó todo, el año pasado me acuerdo que estaba pidiendo una invitación para la qualy, incluso le tuve que rogar al director del torneo que me diera la oportunidad”, manifestó.
Osorio aseguró que ante Parrizas “fue un partido muy duro”, pero encontró la solidez “luchando cada punto” como ha hecho durante todo el torneo. “Hay que concentrarme en el siguiente que va a ser aún más duro”, añadió.
Esta será la tercera final de un WTA 250 que dispute la tenista colombiana. La primera fue en abril de 2021, cuando conquistó la Copa Colsanitas en Bogotá, venciendo a la eslovena Tamara Zidanšek con el apoyo del público capitalino. En octubre del año pasado jugó su segundo partido por el título en el Abierto de Tenerife, pero esta vez fue derrota ante la estadounidense Ann Li.
Rival canadiense
Ahora el reto para Camila Osorio será vencer en la final a Leylah Fernández, tenista de orígenes ecuatorianos, pero que nació en Canadá el 6 de septiembre de 2002.
Leylah llega a enfrentar a la colombiana después de vencer en la semifinal a la brasileña Beatriz Haddad Maia con parciales de 6-1 y 6-4, un dominio contundente que le vale para llegar como favorita a llevarse el trofeo este domingo.
A sus 19 años, la canadiense busca también su segundo título como profesional, después del que consiguió en marzo de 2021, justamente en Monterrey. Actualmente Fernández se ubica en el puesto 21 del ranking mundial, casilla a la que descendió antes de asistir a este WTA 250, solo unos días después de haber obtenido su mejor clasificación (19.° a inicios de febrero).
La final en la cancha central del Abierto de Monterrey se disputará este domingo después de las 5:30 de la tarde con transmisión de ESPN a través de su plataforma de streaming Star+. La organización preparó una bolsa de 250.000 dólares en premios.