La vigente campeona del US Open, Emma Raducanu, no participará en el torneo de exhibición de Abu Dabi que se desarrolla esta semana, tras haber dado positivo a la prueba de covid-19 que se le realizó previo al evento, anunciaron este lunes los organizadores.

“Estaba muy impaciente por jugar ante los aficionados aquí en Abu Dabi, pero desgraciadamente, tras haber dado positivo a la covid-19, debo aplazar mi participación a una próxima vez”, declaró la joven británica, de 19 años, en un comunicado.

Estando ya presente en los Emiratos Árabes Unidos, la jugadora mundial número 19 en el ‘ranking’ mundial deberá observar el torneo, mientras guarda reposo y cumple con un período de aislamiento.

En el cuadro de primera ronda, Emma Raducanu debía enfrentar a la actual campeona olímpica, la suiza Belinda Bencic, el jueves.

La jugadora nacida en Toronto (Canadá) debería poder acudir a Australia para disputar el primer Grand Slam de la temporada, en Melbourne en enero, si no sufre secuelas ligadas al coronavirus.

Raducanu, que se ha convertido en la primera jugadora proveniente de la qualy en ganar un Gran Slam, esto tras derrotar en la final a Leylah Fernández en la final del US Open en septiembre, comenzó una colaboración con su nuevo entrenador, Torben Beltz.

Su hazaña en el US Open

En suelo estadounidense, el tenis marcó una nueva página dorada en su historia al conocer a la primera tenista (entre hombres y mujeres) que se corona campeona de un Grand Slam proveniente desde la qualy, es decir, partidos clasificatorios al cuadro principal.

Se trata de la británica Emma Raducanu, quien venció en dos sets a la brillante revelación de padre ecuatoriano, Leyla Fernández por 6-4 y 6-3. La tenista de Reino Unido logró romper una racha de más de 40 años de su país sin tener una campeona de GS, pues la última había sido Viriginia Wade, quien se coronó en Wimbledon (1977).

Por si fuera poco y para hacer más heroica esta gesta, Raducanu, en diez partidos que jugó (3 de clasificatorios y 7 del cuadro principal), no perdió ni un solo set en su segundo abierto en su carrera.

La actual número 19 del mundo, que en su momento la 150 del ranking, es también la ganadora de un Grand Slam más joven desde Maria Sharapova en 2004 y la primera en vencer en el US Open sin ceder un set desde Serena Williams en 2014.

Resumen del juego

Con un tenis sin aparentes fisuras, Raducanu puso el partido de su lado desde el arranque de la final. La británica rompió el servicio de su rival para avanzarse 2-0 en un feroz juego de más de 10 minutos, en el que tuvo que luchar hasta quebrar al quinto intento.

Mostrando cierta precipitación, la audaz Fernández no mostraba todavía el instinto resolutivo con el que despidió a dos anteriores número uno mundiales (Osaka y Angelique Kerber), pero encontró un resquicio para devolverle en seguida el quiebre a Raducanu. El set siguió igualado con Raducanu, dominando sus juegos desde el servicio y una extrema fiabilidad en el juego defensivo.

Del otro lado de la red, Fernández compensaba su menor potencia de juego con dinamismo y una variedad de envenenados golpes. Raducanu se embolsó la primera manga después de 58 minutos y lo celebró pidiendo el apoyo de la grada, que en esta ocasión estaba respaldando más a la canadiense.

El partido volvió a vibrar cuando Fernández resurgió, salvando tres pelotas de quiebre en el segundo juego y rompiendo ella el saque de Raducanu en el tercero. Pero Raducanu, inexpugnable en el aspecto mental, se esmeró en la devolución y recuperó su servicio.

Atascada en el saque, Fernández vio cómo Raducanu aceleraba hacia la meta y gozó de dos pelotas de partido con 5-2. Fernández salvó la situación sin perder su perenne sonrisa y, caminando sobre el alambre, desplegó su mejor tenis de toda la final.

En medio de un ambiente eléctrico en la cancha, Raducanu sufrió un corte en la rodilla izquierda al intentar devolver una pelota y, con pelota de quiebre para Fernández, el juego se tuvo que parar durante unos minutos para recibir atención médica.

La canadiense protestó airadamente por el parón y, al regresar a la cancha, perdió una segunda oportunidad de quiebre y Raducanu dio por terminado el partido con un potente ‘ace’.