En el banquillo, Carlos Queiroz ha sido campeón mundial Sub-20 con Portugal, subcampeón en un torneo asiático de clubes con el equipo de Nagoya, campeón de Europa junto a Alex Ferguson en el Manchester United y dos veces mundialista con Irán. Con Egipto puede ahora cerrar esta semana como campeón de África, el continente en el que nació.

Los Faraones no lo tendrán sencillo, ya que este jueves se enfrentan en semifinales al país anfitrión, Camerún, en un duelo por todo lo alto. El juego tendrá lugar este 3 de febrero a las 2:00 p. m., hora colombiana.

Nacido en Nampula, en Mozambique, el portugués Queiroz (68 años de edad) es un auténtico trotamundos del fútbol, acostumbrado a conocer nuevos lugares y nuevas formas de jugar. Con toda esa experiencia aterrizó hace unos meses en el banquillo del Egipto de Mohamed Salah con la misión de conquistar la octava Copa de África de Naciones (CAN) para ese país y una cuarta participación en el Mundial, después de 1934, 1990 y 2018. Para ese segundo objetivo tendrá que superar un playoff contra Senegal en marzo, que se verá marcado por el pulso entre dos atacantes del Liverpool inglés, Salah y Sadio Mané.

Antes de esa gran cita, Queiroz puede dar brillo a su palmarés con el trofeo de la CAN. Los primeros pasos como entrenador de Queiroz fueron en las selecciones juveniles de Portugal, que alcanzó dos veces seguidas lo más alto con los títulos en el Mundiales Sub-20 de 1989 (generación Joao Pinto) y 1991 (generación Luis Figo/Rui Costa). Tomó luego las riendas del equipo absoluto, pero no consiguió conducirle a la fase final del Mundial de Estados Unidos.

Tras pasar por el Sporting de Lisboa, inició su viaje por el mundo en los MetroStars de Nueva York y luego sucedió a Arsène Wenger en Nagoya (Japón), donde alcanzó la final de la Recopa de Asia.

De Colombia a Egipto

Pasó luego a tomar las riendas de la Selección de Emiratos Árabes Unidos (1998-1999) y luego de Sudáfrica (2000-2002). Con los Bafana Bafana disputó en 2002 su primer Copa de África. Clasificó a la selección sudafricana para el Mundial, pero la eliminación en cuartos de final de la CAN contra Mali (2-0) le costó su puesto y no dirigió finalmente al equipo en el Mundial de Corea del Sur y Japón.

Como adjunto de Alex Ferguson en el Manchester United (2002-2008) vivió unos años muy importantes para el club, entre los cuales tuvo un breve paréntesis para ser técnico principal del Real Madrid (2003-2004), sin llegar a convencer. “Buscaba un adjunto. Pregunté a Luis Figo y a otros dos jugadores que habían trabajado con Carlos qué pensaban. Me hablaron de un tipo fantástico y le hice venir a Mánchester. ¡Fue una de mis mejores decisiones!”, explicó Ferguson. En 2008, Queiroz vio cómo el Manchester United se coronaba en la Liga de Campeones europea con Cristiano Ronaldo.

Desde entonces su camino ha estado marcado por el fútbol de selecciones. Primero con la de su país, en la que tuvo a CR7 a sus órdenes en el Mundial 2010, donde Portugal fue eliminado en octavos de final por la futura campeona, España. En los dos Mundiales siguientes, Queiroz estuvo al frente de Irán, donde pasó ocho años y dirigió al equipo nacional en 99 partidos (60 partidos), dejando una huella importante en ese país.

Inició entonces un largo viaje rumbo a Suramérica para tomar las riendas de la selección de Colombia (2019-2020), con la que estuvo en la Copa América de 2019, cayendo allí en cuartos de final ante Chile. Su siguiente etapa es la actual, la de Egipto, donde aterrizó en 2021.

Queiroz contó al diario francés Le Monde que vivió “los años más bellos” de su vida en su Mozambique natal. “Me considero siempre un euroafricano, dividido entre dos identidades”, explicó. El Camerún-Egipto del jueves le pondrá frente a otro entrenador portugués “de la vieja generación” (como dijo Queiroz), Toni Conceiçao, que lleva las riendas de los ‘Leones Indomables’. “Ha hecho un trabajo brillante aquí en Camerún. Le deseo lo mejor para todos los partidos que tenga en su vida... menos para el próximo”, afirmó.

*Con información de AFP.