La última vez que el país celebró un gol de la selección Colombia fue la noche del 9 de septiembre, en el ilusionante triunfo ante Chile 3-1 por la décima fecha de las eliminatorias al mundial 2022. Aunque desde entonces no hay noticias de un grito de gol ni de una victoria en los cuatro juegos disputados con posterioridad, Colombia se mantiene en zona de clasificación, y lo que parece más sorprendente aún, cuenta con las mejores opciones para obtener el último tiquete directo. Sin embargo, la selección no ha podido sumar de a tres puntos, por lo que su camino a Catar se hace lento. El equipo de Reinaldo Rueda no rueda, al menos en la tabla de posiciones.
Restan cinco partidos para que Colombia, con 16 puntos, alcance las 27 unidades, que a la luz del antecedente de las eliminatorias a Rusia 2018, son necesarias para asegurar un lugar en el mundial. Tres de local, contra Paraguay, Perú y Bolivia; y dos de visitante, contra Argentina y Venezuela en la última fecha de la clasificatoria, componen el calendario más accesible, en el papel, de cuantas selecciones aspiran por el último cupo directo, pues Brasil, Argentina y Ecuador parecen tener escriturados los tres primeros.
La pelea de Colombia parece concentrarse con Chile y Uruguay, ambas también con 16 puntos. Los australes tendrán que enfrentar a Ecuador, Argentina y Uruguay en Santiago, y visitar a Brasil y a Bolivia en la temible altura de La Paz. Los charrúas recibirán a Venezuela y Perú en Montevideo, pero deberán jugarse la vida en sus visitas a Bolivia, Paraguay y Chile. En teoría, el camino para los de Rueda es menos espinoso, porque el que le espera a las selecciones dirigidas por Martín Lasarte y el maestro Washington Tabares se advierte cuesta arriba.
“Creo que vamos a clasificar, tenemos un calendario benévolo. Nuestros adversarios directos tienen partidos mucho más agresivos, se verán con escollos que nosotros ya sobrepasamos”, dijo a SEMANA Francisco ‘Pacho’ Vélez, periodista de ESPN.
Sin embargo, tras la derrota de Colombia el pasado jueves ante Brasil (resultado que estaba en las cuentas), se encendieron las alarmas de preocupación por el juego de la selección, que completó más de 360 minutos sin anotar un gol, en una de las mayores sequías de la historia del combinado patrio.
“Nunca había visto tan riesgosa la posibilidad de no estar en un Mundial”, dijo el comentarista José Fernando Neira a Vicky en SEMANA. “Me preocupa el juego, me inquieta que llevamos cuatro partidos sin hacer gol”, agregó Vélez.
Ahora, cuando no hay margen de error (Colombia está obligado a sumar los 9 puntos en Barranquilla para no depender de resultados) las miradas apuntan al profesor Rueda, pues hasta el momento no ha encontrado la fórmula para que el equipo vuelva a anotar goles, y las decisiones que adoptó en el juego disputado en el Arena Corinthians, como la de sustituir a Luis Díaz, hoy por hoy el jugador más desequilibrante del país, provocaron una enorme frustración. “71 minutos muy bien jugados. Neutralizados y atacados los de amarillo (Brasil). Llegan los cambios y los que entran marcan la diferencia. Ellos suman y los nuestros restan. Nos marcan el gol y no tiramos”, dijo Carlos Antonio Vélez.
Por si fuera poco, otro de los pecados que dejó en evidencia el más reciente partido de la selección fue la falta de liderazgo en el campo para remontar momentos adversos del juego, como quedó en evidencia cuando ninguno de los futbolistas colombianos exigió amonestación para el brasileño Neymar Jr, que hasta intimidó de forma antideportiva al árbitro chileno Roberto Tobar, quien desde ese momento tuvo un baremo localista a la hora de impartir justicia.
“Lo que no tenemos es el liderazgo de concentración en la cancha para, en los momentos difíciles, entender cuando hay que hablar”, resaltó Diego Rueda, periodista de Caracol Radio y Win Sports. “No tenemos líder para juegos en los que se necesita tirar de la artimaña. Ingenuos, inocentes y blandos. Se mete y se corre pero a la hora del “maloso” somos “monjitas de la caridad”, escribió Carlos Antonio Vélez en sus redes sociales.
En la búsqueda de ese líder futbolístico, Rueda volvió a convocar a James Rodríguez. El jueves, el 10 del Al Rayyan trotó la cancha, y aunque intentó ser un obrero más, no encontró la magia de su fútbol, mermada por el golpe de las costillas y la molestia muscular con la que llegó. Tuvo 17 minutos en la cancha, algunos destellos sueltos de su calidad, pero lejos de las condiciones que lo encumbraron como uno de los mejores mediocampistas del mundo, capaz de cambiar el rumbo de cualquier partido apretado. “El único de propuesta es James, a media máquina, y Reinaldo no lo metió”, lamentó el periodista Francisco Vélez. “Quería ver a un James que recibiera, controlara y descargara. Pedirle más es imposible, hoy no tiene la fuerza para encarar a dos adversarios, sí para hacer lo simple”.
Este martes, en el césped del Metropolitano de Barranquilla, Colombia enfrentará a Paraguay que se jugará sus últimos cartuchos en su pelea por el repechaje. Si el equipo no consigue los tres puntos, seguirá con vida (matemática), pero estará obligado a ganar los dos encuentros que tiene fuera del país. El de Argentina, que se advierte imposible, y el duelo contra la eliminada Venezuela sería un escenario de vida o muerte, pues los del vecino país se frotarían las manos con la posibilidad de eliminar a su eterno rival fronterizo. De momento, el camino de Colombia hacia Catar está resultando ser todo un camello.