Con una espectacular ceremonia se dio inicio oficial a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El emperador Naruhito declaró oficialmente “abiertos” las justas, un año después de lo previsto, en una ceremonia sin público en el Estadio Olímpico y con restricciones en el tradicional desfile de los deportistas.
“Declaro abiertos los Juegos de Tokio”, pronunció solemnemente el emperador Naruhito, según la fórmula consagrada para la ocasión, en lo que ya se han bautizado como ‘los Juegos de la Pandemia’.
La ceremonia tuvo lugar ante menos de 1.000 personalidades y dirigentes para minimizar los riesgos de la pandemia del covid-19, en un estadio con capacidad para 68.000 personas.
La delegación colombiana fue una de las que más impactó en el evento vistiendo un kimono como homenaje al país anfitrión y el tradicional sombrero vueltiao.
La abanderada de la representación colombiana fue Caterine Ibargüen, que en su rol llevó la bandera. Fue tal la emoción de la deportista que se “saltó” los protocolos de bioseguridad establecidos antes de la ceremonia.
Caterine fue captada en una foto saltando, lo que estaba prohibido por los organizadores del evento como medida de precaución ante la pandemia. Además se pidió mantener el distanciamiento social y tampoco bailar en el evento.
La emoción de la atleta también quedó evidenciada en una publicación en sus redes sociales en la que escribió “de los mejores días de mi vida 😍 a Dios las gracias”.
Allí posó como si fuera una modelo, rol que ha tenido antes, inclusive en la semana de la moda de París.
“Vamos, vamos Argentina...”, fue el grito con el que entraron los deportistas del país sudamericano que también fallaron a la hora de cumplir los protocolos del evento.
“Calma, Argentina... Es broma, ¡estamos tan emocionados como tú!”, tuiteó con complicidad la cuenta oficial de Twitter de los Juegos de Tokio al ver la emoción de los deportistas albicelestes.
Olímpicos encendidos
Los Juegos Olímpicos más esperados de la historia, tras ser aplazados hace un año por la pandemia, quedaron oficialmente “abiertos” este viernes por el emperador japonés Naruhito y el pebetero, encendido por la tenista Naomi Osaka, ya ilumina el cielo de Tokio, después de una ceremonia sin público en el Estadio Olímpico y con restricciones en el tradicional desfile de los deportistas.
En un mundo que sigue viviendo pendiente del covid-19, la ceremonia tuvo un aire menos festivo al habitual, muy lejos del que se vivió en 2016 en Rio a ritmo de samba.
“Declaro abiertos los Juegos de Tokio”, pronunció solemnemente el emperador Naruhito, según la fórmula consagrada para la ocasión, en lo que ya se han bautizado como ‘los Juegos de la Pandemia’.
La tenista Naomi Osaka, número 2 mundial, fue la última relevista y la encargada de encender el pebetero.
En su discurso, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) Thomas Bach admitió que estos Juegos serán “muy diferentes a lo que todos nosotros hubiésemos podido imaginar”, pero destacó que “hoy es un momento de esperanza”.
“Aprovechemos el momento, porque al fin estamos todos reunidos aquí (...) Este sentimiento de unidad, es la luz al final del túnel oscuro que es esta pandemia”, insistió Bach.
Los deportistas, que serán sometidos a diario a controles anticovid, desfilaron con restricciones: mascarillas, sin poder saltar ni bailar (aunque algunos no lo cumplieron), y abandonando el estadio sin poder quedarse hasta el final de la ceremonia. Y resultaba extraño el saludo de muchos deportistas... ¡a unas gradas sin público!
Apenas participaron también 5.700 atletas, algo más de la mitad de los que van a competir en las próximas dos semanas.