Son pocas las ocasiones en las que un ganador de la Champions no está feliz. Ganar ‘la orejona’ es el sueño de todo futbolista, pero para James Rodríguez este título puede ser más una pesadilla. Dos veces en la final, pero ni un solo minuto en la cancha. En Cardiff ni siquiera fue al banco, un triste final a su era como el ‘10’ del Real Madrid, su club favorito desde que era niño.El colombiano ni siquiera pudo ilusionarse con participar en la gran final contra el Juventus porqué Zinedine Zidane decidió no incluirlo entre los once titulares ni entre los siete suplentes que podían participar en el partido. Debió ver el juego en la tribuna con la impotencia de saber que no iba a ser partícipe del duelo más importante del año en el calendario futbolístico mundial.Le recomendamos: El odio visceral de los colombianos a Zinedine ZidaneA pesar del triunfo, no se le vio una felicidad desbordada como en otras ocasiones en las que se ha coronado campeón con el club merengue y cuando llegó la hora de la celebración no solo estuvo con su equipo sino que también aprovechó para buscar a su compatriota Juan Guillermo Cuadrado para darle un abrazo y cruzar unas palabras con el volante del equipo italiano que salió expulsado en el partido.

Más adelante, James se cruzó con Zinedine Zidane y el estratega debió llamar la atención del colombiano para que se dieran un abrazo, que no fue muy emotivo teniendo en cuenta que el técnico le quitó la oportunidad de pisar el césped en la gran final.¡DARÁ QUE HABLAR! La IMAGEN del ENCUENTRO de James y Zidane tras finalizar el partido ¡TODO en #ChiringuitoDuodécima! pic.twitter.com/8DdrWGE6gd— El Chiringuito TV (@elchiringuitotv) 4 de junio de 2017Como si fuera cosa del destino en la foto de la entrega de la Copa ni siquiera figuró el colombiano que quedó detrás de Sergio Ramos mientras el capitán madridista levantaba ‘La Orejona’. Siendo uno de los menos eufóricos a la hora de la celebración.

Ya en el banco,  el colombiano publicó un trino en su cuenta de Twitter varias fotos en las que posó con el trofeo con una sonrisa y con el mensaje: “Dios tiene el control de todo! Una más ??”

Este mensaje fue complementado por su esposa Daniela Ospina, que en las historias de Instagram escribió: “Así o más claro. Dios tiene el control”.

Finalmente, James fue uno de los primeros en subirse al bus que iba a transportarlos del estadio al vuelo a Madrid. Detrás de él estaba Florentino Pérez, que ahora deberá buscar un destino para el colombiano, ya que seguramente no continuará representando la camiseta blanca.