Llegó el momento crucial para el fútbol mundial. Las dos marcas más importantes del mundo sacaron sendos comunicados en los que solicitan que el máximo jefe de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), Joseph ‘Sepp’ Blatter, “dé un paso al costado por el bien del deporte”. La noticia más reciente fue que la Fiscalía suiza abrió una investigación contra Blatter y también investiga al presidente de la UEFA, el francés Michele Plattini, ambos por malversación de fondos. El mundo del fútbol sabía que más temprano que tarde la cabeza de una de las entidades más poderosas del globo se vería involucrada en todo el escándalo de corrupción que destapó la Fiscalía de los Estados Unidos. Varios periódicos de Inglaterra, Francia y Estados Unidos esperaban esta “sugerencia” de parte de Coca-Cola y McDonald’s se diera meses antes, pero ambas empresas decidieron esperar hasta que se confirmaran las investigaciones por parte de las autoridades suizas, país que también se ha visto en el ojo del huracán por no controlar a empresas del calibre de la FIFA. El presidente de la FIFA, Sepp Blatter, no renunciará, afirmó el viernes su abogado tras los pedidos en ese sentido de Coca-Cola y McDonald's, dos de los principales auspiciantes del Mundial de fútbol. "Si bien Coca-Cola es un auspiciante valorado de la FIFA, Blatter discrepa de manera respetuosa con su posición y cree firmemente que renunciar a su cargo ahora no sería en el mejor interés de FIFA ni haría avanzar el proceso de reforma. Por lo tanto, no renunciará", dijo el abogado neoyorquino de Blatter, Richard Cullen, en un comunicado. El negocio en jaque El fútbol se había convertido en una de las industrias más rentables del planeta. Sus ganancias eran comparables con negocios como la venta de carros o producción de energía. ¿Cómo funciona el modelo? Todo depende de marcas gigantes que patrocinan cada detalle del espectáculo. Desde las vallas alrededor de la cancha hasta los comerciales que ven los televidentes durante el partido. Cada segundo de exposición cuesta millones de dólares, gracias a la masividad del espectáculo del fútbol industrializado. Multinacionales de la talla de Coca-Cola, Adidas, KIA, Visa y Budweiser han invertido fortunas incalculables para aparecer en los partidos de mayor rating y penetración a nivel mundial. La danza de millones no es fácil de cuantificar ya que la FIFA es bastante celosa con estos datos, y después de la actual investigación de la Fiscalía estadounidense se dimensiona por qué. De la mano de Josep Blatter la FIFA se ha convertido en una máquina de producir dólares. Más que un dirigente deportivo, el suizo se convirtió en el frío CEO de una multinacional que para muchos es más influyente que la propia ONU. Por ahora, el escándalo no parece tocarlo, pero muchos conocedores insisten en el efecto dominó que traerá la investigación y de seguro influirá en los patrocinios de las marcas. Actualmente en la página web de la FIFA, con sede en Zúrich, se pueden encontrar cinco grandes patrocinadores para el próximo Mundial, que se llevará a cabo en Rusia. Adidas, Coca-Cola, Visa, OAO Gazprom, y Hyundai Motor Co (y su filial Kia). Además, multinacionales como Budweiser de Anheuser-Busch InBev NV y McDonalds Corp. también son patrocinadores del torneo en menor escala. Cada una de estas empresas ya desembolsó una considerable suma de dinero para poder ser sponsors oficiales de la competición. Marketing Directo señala, por ejemplo, que Adidas “está plenamente comprometida con la creación de una cultura que promueve los más altos estándares de ética”.