Quince partidos después, que se convirtieron en 359 días, para volver a ver a James Rodríguez en la Selección Colombia de Reinaldo Rueda. Su despedida de la Selección fue agridulce. El 17 de noviembre de 2020 Colombia recibió una paliza histórica 6 a 1 con Ecuador. La única anotación de la Tricolor fue del actual 10 del Al-Rayyan.
James fue llamado del banco tricolor al minuto 78. A esa altura, Paquetá ya había vulnerado la valla de David Ospina. Colombia necesitaba de su enganche, su zurda mágica y todo el talento de aquel jugador que en 2014 se perfilaba como uno de los mejores del mundo.
Contrario a eso, se le notó la falta de ritmo, lo pesado de sus lesiones y a la mente de muchos aficionados volvió la imagen de sus malas salidas en redes sociales tras su desconvocatoria, sus fotos en un yate, la posible contratación de un helicóptero en Brasil, la planeación de presuntas cenas en Sao Paulo y toda la polémica que dramatizó su regreso al combinado nacional.
¿Lección aprendida?: así jugó James los últimos 17 minutos
Su primera oportunidad en el terreno de juego fue en la disputa de un balón al minuto de haber ingresado. James, colaborativo, fue con Gustavo Cuéllar a robarle el balón al autor del gol de la victoria, Paquetá, y cometió falta pero Roberto Tobar no le mostró tarjeta alguna.
Se ubicó a la derecha, como lo ha venido haciendo en el club catarí. Interiorizó y cambió de perfil. Intentó mostrar ese manejo del timing que lo caracteriza.
Se le vio mermado en velocidad. Su presencia en la cancha fue mayormente trotando, y aunque intentó asociarse, Brasil mantuvo el control de la pelota.
James intentó presionar a Alisson Becker, arquero del equipo de Tite, ubicándose detrás del 9 sin éxito alguno.
Al minuto 82 quiso tener un duelo con Neymar cuando la figura de Brasil ingresó al área en velocidad por la banda. Rodríguez buscó incomodarle la pelota, sin causarle mayor problema.
A la altura del minuto 83, James mostró un lujo que da esperanza de tener aún calidad en su fútbol. Juan Guillermo Cuadrado hizo un saque de banda que el 10 recibió y de taquito, dando la espalda, la filtró a Lerma, que picó, pero se le fue largo el balón. La única forma que Casemiro encontró para intentar borrar ese lujo fue tumbar al volante colombiano cruzándolo en la parte baja, dejándolo unos segundos tendido en el piso. El colegiado chileno le mostró la amarilla al jugador del Real Madrid.
James buscó todo el tiempo el segundo pase en Cuadrado o recibir del jugador de la Juventus. Su ubicación fue principalmente por la derecha, zona en la que lo marcaron y presionaron cuando intentaba escapar. Generalmente estaba referenciado por dos hombres que le caían cuando intentaba sostener el pase o filtrar un balón.
En las insistencias finales de Brasil por buscar ampliar el marcador, James quedó como último hombre para esperar el rebote y sacar al equipo. En el tiempo de reposición cazó una pelota con la cabeza que quedó servida a Roger Martínez, a quien tumbaron halando de la camiseta.
Colombia tuvo un último balón de pelota quieta que no cobró James, sino Cuadrado para centrar. Rodríguez estuvo esperando el cabezazo sin lograr nada. Perdió un balón en los últimos minutos al intentar deshacerse de la pelota y calmó los ánimos entre Davinson y Neymar.
Al final del encuentro, que no fue su mejor regreso, se abrazó con Casemiro y tuvo un pequeño diálogo con Tite, técnico del rival que lo buscó entre los jugadores, lo haló del brazo y sonriente cruzó con él algunas palabras en claras muestras de afecto.
James llegó al encuentro como uno de los 13 jugadores amonestados, pero no vio la amarilla y por eso podrá estar contra Paraguay, si así lo quiere Reinaldo Rueda.