Este domingo, en juego válido por los octavos de final del Roland Garros, el español y número 5 del mundo en el ranking ATP, Rafael Nadal, venció en maratónico duelo al canadiense Auger-Aliassime y se instaló los cuartos de final del segundo Grand Slam del año.
Tras el partido que logró sacar adelante en cinco sets (3/6 6/3 6/2 3/6 y 6/3), Nadal se enfrentará en la siguiente instancia con el número 1 del mundo, el serbio Novak Djokovic, un duelo que sin duda alguna paralizará al mundo deportivo.
Ahora bien, Nadal, catalogado como el rey del Roland Garros, en el que ha vencido en 13 oportunidades, no entregó una gran noticia a sus fanáticos, pues admitió que el duelo ante el serbio podría “ser el último en suelo francés”.
“Físicamente, estoy bien y no creo que el hecho de haber jugado cinco sets me haya dejado tocado. Luego ya sabemos lo que hay y lo que pueda pasar no lo sé y como siempre es mi día a día”, declaró en conferencia de prensa en referencia a la lesión “crónica e incurable” como la definió hace poco más dos semanas, cuando el dolor se hizo insoportable en el partido que perdió contra el canadiense Denis Shapovalov en Roma.
Nadal sufre desde hace años del síndrome de Müller-Weiss, una enfermedad degenerativa que se caracteriza por la deformación de uno de los huesos del pie. Es una enfermedad incurable, pero que no ha impedido al español tener una exitosa carrera, aunque sí le ha hecho tener que parar en varios momentos.
“Soy consciente de que no sé lo que puede pasar dentro de un año y cada vez que salgo a jugar pienso que puede ser mi último partido en Roland Garros”, dijo después al ser preguntado por el horario en el que la organización programe el partido.
“Prefiero jugar de día. Yo conozco Roland Garros de día, así lo he jugado toda mi carrera y siendo consciente de que, ojalá no sea así, si todo va mal pueda ser mi último partido aquí, con lo cual me gustaría jugarlo de día”, añadió en lo que podría interpretarse también como una medida de presión para que el torneo ponga el partido durante la jornada, cuando el sol hace que la pista esté más seca, con la bola botando más como le gusta al español.
Sobre el partido con Djokovic, Nadal admitió también que “junto a 2015, sea la ocasión en la que él sea más favorito por la evolución que llevamos uno y otro en los últimos meses”, en los que el español apenas jugó tras sufrir una fisura en las costillas en Indian Wells y después el problema en el pie en Roma.
“Pero en el deporte todo puede pasar y trataré de disfrutarlo, jugando como jugué hoy (domingo) el final del quinto set: muy concentrado y con una determinación muy grande”. “Veremos qué pasa”, acabó.
Rivalidad histórica
Ambos se enfrentarán el martes por 10ª ocasión en Roland Garros y la 59ª en sus carreras, con balance favorable al serbio 30-28, aunque en París domina el español (7-2), si bien Nole derrotó a Rafa en las semifinales del año pasado, una edición que acabaría ganando luego ante Stefanos Tsitsipas (la otra fue en cuartos en 2015).
“Nos conocemos muy bien el uno al otro, tenemos mucha historia en común. Él llega tras ganar en Roma y yo no con la mejor preparación, pero trataré de dar lo mejor y luchar hasta el final, como siempre”, dijo.
De hecho, Djokovic es el único jugador capaz de haber ganado a Nadal dos veces en Roland Garros. La otra fue frente al sueco Robin Soderling en octavos en 2009.
Djokovic se presenta a este partido sin ceder un solo set y después de haber superado claramente este domingo al argentino Diego Schwartzman (n.° 16) por 6-1, 6-3 y 6-3 en apenas dos horas y cuarto de encuentro.