El derbi catalán entre FC Barcelona y RCD Espanyol para cerrar el 2022 se saldó con un tímido empate en el Camp Nou, en un duelo lleno de trifulcas que se volvió loco al final entre las múltiples tarjetas y expulsiones, gracias al juez de la contienda, Mateu LaHoz, quien ya había tenido polémica en el pasado Mundial de Qatar. Esta igualdad deja al Barcelona líder pero empatado ahora a puntos con el Real Madrid, el ganador moral de este derbi.
Al Barça se le escapó un partido que parecía que tenía controlado en una segunda parte de locos. Empezó fuerte el equipo de Xavi Hernández, con dominio, ocasiones y gol de Marcos Alonso en acción de estrategia. Pero el Espanyol igualó de penalti y ahí empezó la locura de tarjetas y decisiones que rompieron un derbi que terminó tenso.
‘Un derbi es un derbi’, dice el tópico. Y se cumplió. El Barça fue de más a menos, se desdibujó tras verse empatado con un penalti tan justo y claro como innecesario (Marcos Alonso pisó sin querer, ni mirar, a Joselu) y se perdió entre trifulcas y disputas que son el ‘antifútbol’ en la filosofía del equipo de Xavi.
Actuación deplorable de Mateu
Las expulsiones de Jordi Alba, primero, y de Vini de Souza después empezaron a agitar el avispero. Del Espanyol también expulsaron a Cabrera, con roja directa, pero el VAR entró para que Mateu Lahoz la anulara al considerar que el defensa pisó sin querer la cabeza de Robert Lewandowski.
El delantero polaco del Barça, gran protagonista de la previa del derbi por la cautelarísima en la justicia que le permitió jugar pese a estar sancionado, estuvo más bien gris. Eso sí, tuvo dos ocasiones claras de gol, una en el tramo final del choque, que no entraron por bien poco.
Quien sí marcó, con participación de Lewandowski en la jugada, fue Marcos Alonso para adelantar al Barça en el minuto 7, en una acción aérea que hizo estallar al Camp Nou. Gavi hizo, justo antes, que se luciera el portero ‘perico’ Álvaro Fernández, que tuvo una gran actuación para desquitarse de malos partidos que quedan ya en el pasado.
Otro cabezazo de Marcos Alonso a centro de Jordi Alba, un tiro desviado de Ansu Fati y un disparo cruzado de Raphinha bien desviado por Álvaro fueron las ocasiones desperdiciadas, junto a las citadas de Robert Lewandowski, por un Barça que no pudo sentenciar y que pagó caro no poner un 2-0 en el marcador. Y es que el Espanyol, de penalti y en su único disparo a puerta, puso el 1-1 definitivo.
El gol del empate lo puso Joselu, a quien Marcos Alonso descalzó al pisarle por detrás. Penalti claro, aunque tonto por innecesario, que el delantero blanquiazul anotó en el 73′ tirándolo por el centro, raso. Ter Stegen se fue a su izquierda y por poco no llegó a desviarlo con los pies.
A partir de ahí, el fútbol desapareció, como si hubiera sido expulsado, también, por un Mateu Lahoz que fue casi más protagonista que el balón. Aun así, el portero ‘perico’ Álvaro fue clave ante Andreas Christensen y Robert Lewandowski en un tramo final de infarto, con pulsaciones disparadas y pocas ocasiones, todas ellas blaugranas en ese partido de 10 contra 10.
Con este empate, el Barça no pierde la cabeza de la clasificación, pero ahora es líder de LaLiga Santander con los mismos 38 puntos que el Real Madrid, colíder. Los blancos, que ganaron al Valladolid en esta última jornada del año 2022, fueron los ganadores morales de un derbi catalán que fue caliente y disputado como los mejores duelos de antaño.