Seis años después de haber escuchado el himno de la Champions por última vez, flanqueado por Lionel Messi y Neymar en el Barcelona, Luis Enrique regresa a la competición con un París Saint-Germain que no termina de carburar, el martes a las 2:00 p. m. (hora de Colombia) ante el Borussia Dortmund en el Parque de los Príncipes.
Símbolo de la nueva etapa del club parisino, tras la marcha de los astros argentino y brasileño, el técnico español suma dos empates y una derrota, el viernes ante el Niza (3-2), en cinco jornadas de Ligue 1.
Un balance nefasto para un club acostumbrado a dominar con puño de hierro su liga —nueve títulos desde 2011—. Luis Enrique, ganador de la última Champions del Barcelona en 2015, tiene todavía crédito, pero la paciencia no es precisamente la mayor virtud del ambicioso PSG de sello catarí.
Con este panorama, el primer invitado del curso europeo es el Borussia Dortmund, un rival que exigirá la mejor versión del equipo parisino, teniendo en cuenta que el ‘grupo de la muerte’, el F, que completan Milan y Newcastle, no le permitirá dar pasos en falso.
Desde que el París Saint Germain fue adquirido en 2011 por Qatar Sports Investments (QSI), la gran obsesión de sus dirigentes es la Orejona. Con el rival Manchester City —propiedad de Emiratos— por fin campeón, las prisas solo aumentan.
Pero, por ahora, lo único que ha crecido es la colección de fracasos, el más célebre, la gran remontada de 2017: tras ganar 4-0 en la ida de octavos al Barcelona, el PSG cayó eliminado tras encajar un 6-1 en el Camp Nou, con Luis Enrique en el banquillo local.
A continuación, aquel equipo, en el que Luis Suárez acompañaba a Messi y Neymar en la mejor delantera de la época, cayó inesperadamente en cuartos ante la Juventus (0-0, 3-0). El técnico abandonó ese año el club azulgrana y la selección española fue su siguiente parada, la anterior antes de aterrizar en París.
Presión incesante y posesión del balón son los rasgos más reconocidos de su fútbol, un cambio táctico para el PSG que por el momento sus jugadores no acaban de digerir.
“Tenemos que progresar todos, incluido yo. Pero no estoy preocupado, he visto a un equipo de jugadores luchar hasta el último minuto”, resumió tras el resbalón en casa contra el Niza hace cuatro días.
Mbappé busca socios
Tras otra ventana de fichajes en el candelero, Kylian Mbappé finalmente regresó con su generosa ración de goles habitual: Ya suma siete, incluido un doblete ante el Niza, en cuatro partidos.
Liberado de Messi y Neymar, el capitán de la selección francesa lidera un ataque completamente renovado: Llegaron sus compañeros de selección Ousmane Dembele y Randal Kolo Muani, el portugués Gonçalo Ramos y el español Marco Asensio.
“Tengo un equipo en el que todos los jugadores de ataque me gustan, Mbappé continuará marcando, es su ADN, pero los otros marcarán también”, promete Luis Enrique.
El único que por el momento ha respondido es Asensio, autor de dos goles, pero que se lesionó con la selección española y no regresará hasta finales de septiembre.
Titular el viernes, Gonçalo Ramos no tuvo ninguna incidencia, mientras que Dembele, un peligro permanente, se mostró ineficaz, lastrando dos claras oportunidades.
Kolo Muani, el último en llegar, entró como revulsivo y dejó cosas interesantes, la mejor, un pase decisivo a Mbappé. Sus minutos podrían abrirle las puertas de la titularidad ante el Dortmund, al que conoce bien de su etapa recién concluida con el Eintracht Fráncfort.
*Con información de la AFP.