La tensión seguía alta en Río de Janeiro el viernes, un día antes de la final de la Copa Libertadores, a raíz de la pelea entre hinchas de Boca Juniors y Fluminense, y de una feroz respuesta de la policía en la playa de Copacabana la víspera.
Miles de argentinos acudieron a Río para el partido del sábado en el legendario estadio Maracaná. Las multitudes recordaron lo ocurrido en la final mundialista de 2014, cuando Argentina cayó ante Alemania en el mismo recinto.
Los hechos de violencia empañaron la emoción de cara al partido entre Boca — el conjunto argentino que busca su séptima consagración en el torneo — y el cuadro carioca Fluminense.
Una turba arrasó la playa de Copacabana, haciendo que cientos de personas huyeran de la conmoción, algunas con caipirinhas en las manos y ropa reunida apresuradamente.
“Están invadiendo Río de Janeiro”, dijo Diana Santos, quien se relajaba el viernes en Copacabana con una gorra de Fluminense en la cabeza y una cerveza en la mano.
Santos reside cerca de la playa y presenció la trifulca del jueves desde su ventana.
“Estamos un poco tensos por el tamaño de su multitud de aficionados”, indicó.
No muy lejos de Santos, un gran grupo de personas con el azul y oro de Boca cantaba y saltaba. La pirotecnia iluminó el cielo y su colorido se mezcló con el despedido por varias bengalas. Otros aficionados daban sorbos a su mate.
Hoteles en capacidad máxima y en alerta por seguridad
Los hoteles se acercaban a su capacidad máxima de cara al partido, particularmente en zonas turísticas cercanas a la playa, como Copacabana, Leme, Ipanema y Leblon, de acuerdo con las asociaciones de empresarios del ramo.
Muchos aficionados argentinos viajaron miles de kilómetros para apoyar a su equipo.
La CONMEBOL, ente rector del fútbol en Sudamérica, se reunió el viernes con directivos de la Confederación Brasileña de Fútbol, la Asociación del Fútbol Argentino, Fluminense y Boca Juniors para discutir la situación seguridad.
La reunión fue convocada después del pleito en Copacabana en el que hubo nueve personas arrestadas en la próspera zona sur de la ciudad, dijo la policía.
Críticas a la Policía en Brasil
La Policía de Brasil ha recibido críticas por su respuesta, ya que las imágenes publicadas en las redes sociales por el Diario Olé de Argentina mostraban a un oficial apuntando con su arma a los seguidores en la playa y a otros usando toletes contra los fanáticos de Boca.
No quedó claro de inmediato si hubo munición real involucrada, pero la policía no informó que ningún fanático hubiera disparado.
“Nada justifica una represión tan brutal como la vivida en Copacabana, donde había incluso niños”, dijo el jueves por la noche el embajador de Argentina en Brasil, Daniel Scioli, en X, antes conocido como Twitter.
“Nos maltrataste”, decía el titular portugués en la portada del Diario Olé de Argentina el viernes, pegado a lo que parecía ser una captura de pantalla del video que mostraba a policías con equipo militar, apuntando con sus armas.
Hinchas de Boca se reunieron en el bar porteño de Copacabana, bebiendo y cantando el jueves, dijo Facundo Barbero, un argentino de 39 años que vive en Río desde hace cinco años y que estaba entre los hinchas en el bar.
“Uno siente tristeza por lo que pasa”, comentó Edinson Cavani, el delantero uruguayo de Boca, en una rueda de prensa el viernes. Es un momento para disfrutarlo, para que la gente venga y pueda vivirlo porque no sé cuántas veces en su vida va a poder vivirlo y que pase esto es algo triste. Esperemos que no pase más”.
La policía militar de Río desplegará 2.200 agentes antes del partido, informó mediante un video en Instagram.
*Con información de AP