Tras el empate sin goles entre Uruguay y Ghana, Portugal, con Cristiano Ronaldo como titular, tenía la gran oportunidad de ponerse al frente del grupo H ante un rival que, en el papel, no debía representarle mayor problema como Ghana.
La emotividad por el debut del exdelantero del Manchester United inició desde los actos protocolarios, cuando sonó el himno de Portugal. Cristiano por poco rompe en llanto mientras los miles de hinchas lusos entonaban los versos que los representan ante el mundo.
Luego de ese solemne momento, CR7 arengó a sus compañeros y les pidió que dejaran todo en el campo en busca del gol que les diera la tranquilidad para afrontar el resto del partido. Antes de los primeros 15 minutos, el propio capitán ya había tenido dos opciones claras de cara al arco de Ati-Zigi.
Pasaron los minutos y la falta de contundencia de Portugal provocó que el partido entrara en un letargo hasta el regreso a los vestuarios para el descanso sin goles en el marcador.
Al regresar para el segundo tiempo, ambos equipos dejaron más espacios, que propiciaron opciones de gol de lado y lado, nuevamente fallando en la resolución dentro del área. Ghana gozó su primera opción clara con un remate de media distancia que se fue por poco desviado a la portería de Diogo Costa.
Dichos espacios coincidieron con la llegada del juego fuerte y los encontronazos entre jugadores de ambos equipos, que por poco terminan con un expulsado en el conjunto ghanés.
Cruzada la hora de juego, al fin llegó la apertura del marcador. Cristiano Ronaldo fue derribado en el área y el árbitro compro el penal, aunque el contacto no parecía demasiado fuerte e incluso el público esperaba por la revisión del VAR. Fiel a sus grandes momentos con la selección, el ‘7′ tomó la responsabilidad y cobró cruzado con fortaleza para poner a celebrar a su equipo y volver a hacer la clásica celebración que hizo viral y que había abandonado en sus últimas anotaciones en Inglaterra.
Gracias a este tanto, Ronaldo se convirtió en el primer futbolista que marca en cinco mundiales, una marca que no iguala ni siquiera Lionel Messi, quien se fue en seco en el Mundial de Sudáfrica 2010, aunque ha disputado la misma cantidad de campeonatos que su máximo rival en la época reciente.
Pero la alegría de los portugueses duró muy poco, porque a los 8 minutos llegaría el tanto del empate a través del inoxidable André Ayew, que marcó tras un espectacular desborde de Kudus por la banda izquierda, dejando regado a su marcador y enviando un centro perfecto para la celebración del capitán.
El empate provocó movimiento en los banquillos, teniendo en cuenta que muchos partidos de este Mundial se han definido en los últimos minutos y no necesariamente a favor del equipo que salía como favorito, aunque esta vez fue así. Joao Felix recibió una pelota al vacío y definió por encima del arquero para devolverle la venta a Portugal sobre los 78′.
Si faltaba algo más para bajarle el martillo al partido era el tercer gol, que llegó en los pies de Rafael Leao tras una buena jugada colectiva de los portugueses. El delantero del Milán recibió dentro del área y definió colocado con la derecha para el 3-1 que parecía definitivo, hasta que Bukele descontó al 89 por medio de Bukari.
Con esta victoria, Portugal se pone líder del grupo H y empieza a labrar el camino hacia la clasificación, esa que incluso podría sentenciar el próximo lunes cuando se vea las caras con Uruguay, el mismo equipo que lo eliminó en los octavos de final de Rusia 2018, condimento especial para este cruce de gigantes.