La Juventus y Cristiano Ronaldo vieron terminado por tercer año consecutivo antes de tiempo su intento de conquistar la Liga de Campeones, tras ser eliminados este martes por el Oporto portugués, heroico en su resistencia y que se llevó el billete a los cuartos pese a perder por 3-2 en la vuelta disputada en Turín.
El primer año de ‘Míster Champions’ en la ‘Vecchia Signora’ acabó en cuartos ante el Ajax, el segundo en octavos ante el Olympique de Lyon y el tercero ante los ‘Dragones’.
En 2018, CR7 había llegado al club de Turín por 100 millones de euros y con un objetivo claro, que era ganar la Champions League, pues han sido amplios dominadores de la Serie A durante más de los últimos diez años.
Con el Real Madrid, Cristiano llegó a ocho semifinales consecutivas de Champions League y logró cuatro títulos, pero con el Juventus apenas le alcanzó para avanzar a cuartos de final en 2018 y a octavos en 2019 y 2020.
Además, según datos de Mister Chip: “El portugués ha marcado menos goles en sus tres temporadas de Champions League con la Juventus (6+4+4=14) que en su última temporada con el Real Madrid en la máxima competición europea (metió 15)”.
Este es un doloroso resultado para el equipo dirigido por Andrea Pirlo, que pagó su falta de experiencia en su debut como técnico, y que aplaza otro año su objetivo de lograr la ansiada orejona que la ha sido tan esquiva.
Ronaldo tiene contrato con la Juve hasta el 30 de junio de 2023, pero estos resultados negativos podrían acelerar su salida del también equipo de Juan Guillermo Cuadrado, que fue figura en este encuentro con una asistencia.
Si Lionel Messi es eliminado con el Barcelona será la primera vez desde 2005 que no hay un equipo con CR7 o ‘la Pulga’ en los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Sorpresa del Porto
Los portugueses, que tuvieron a Mateus Uribe como titular y Luis Díaz ingresando como suplente, fueron capaces de aguantar la irrupción de Federico Chiesa, que se erigió en figura ante la negra noche del ‘7’, y una tontería de Mehdi Taremi para evitar incluso la tanda de penaltis.
El Oporto le planteó una emboscada a la Juve desde el pitido inicial, que le funcionó hasta el infantil error de su delantero iraní. Aunque fue Morata el que tuvo una gran ocasión nada más empezar con un cabezazo que sacó Marchesín, siempre dio la sensación en los primeros 45 minutos de que tenía controlado el duelo.
Apelando a su orden, los visitantes llevaron el partido a su terreno, maniatando el ataque de los de Andrea Pirlo, excesivamente previsible y prácticamente encomendado a los centros de Cuadrado.
Además, el Oporto acertó a desplegarse con peligro, y tras un serio aviso de Taremi, con un remate franco que se estrelló en Bonucci y un posterior cabezazo al larguero, puso la eliminatoria cuesta arriba para la ‘Vecchia Signora’.
Sergio Oliveira no perdonó en el minuto 19 el innecesario penalti de Demiral a Taremi y afianzó el plan previsto por su técnico. El campeón de la Serie A, con Cristiano bien controlado y poco participativo, sufrió, pero pese a que el equipo luso llegó con más peligro, la mejor hasta el descanso la tuvo de nuevo Morata, que se topó otra vez con Marchesín tras otro gran centro de Cuadrado.
La Juventus necesitaba mejorar para el segundo tiempo y, aunque el paso adelante no fue demasiado importante, encontró a Chiesa y Taremi. El delantero ‘cazó’ una dejada de Cristiano para ‘clavar’ el balón en la escuadra y empatar el choque, mientras que el iraní pecaba de inocente con dos amarillas en un par de minutos, la segunda por dar un pelotazo con una falta ya pitada, que echaron por tierra todo lo previsto por Sergio Conceiçao.
Minutos después, Chiesa igualaba la eliminatoria tras cabecear a la perfección el enésimo centro de Cuadrado y justo después de haber perdonado un mano a mano. Ahí, el Oporto quedó ‘tocado’, pero su técnico ajustó sus piezas y logró, ayudado por la jerarquía de Pepe, por la calidad de Sergio Oliveira y por cierto temor local a un gol que le dejase fuera, aguantar hasta una prórroga que estuvo a punto de no disputarse porque Cuadrado hizo retumbar el larguero en el minuto 93.
La prórroga, con las fuerzas ya justas en ambos lados, tuvo sustos en ambos lados, pero a los ‘bianconeri’ les faltó lucidez ofensiva, ya sin el ímpetu de Chiesa y sin poder encontrar nunca a Cristiano, que además abrió la piernas en un potente lanzamiento raso de Sergio Oliveira que supuso el 2-2. Rabiot aún quiso decir que la ‘Vecchia Signora’ quería vivir, pero el ‘Dragón’ resistió y la engulló junto a ‘Míster Champions’.