Dani Alves, reconocido futbolista brasileño, lleva más de una semana detenido en España debido a la grave denuncia de abuso sexual que existe actualmente en su contra. La declaración de la presunta víctima lo puso en una situación crítica, por lo que decidió cambiar de abogado.
Tras trabajar a contrarreloj todo el fin de semana, el abogado del deportista, Cristóbal Martell, presentó el lunes en los juzgados de Barcelona un recurso para exigir la liberación de su cliente. Asimismo, mostró que los videos de las cámaras de seguridad de la discoteca “desmienten de forma radical” la versión que dio la mujer.
Este miércoles, de igual manera, la defensa del exjugador de Pumas negó que este cerrara la puerta del baño - donde presuntamente se registró la agresión sexual- y se apoya en las imágenes captadas por las cámaras del local para afirmar que la chica entró dos minutos después que él, “sin que Dani le frenara el paso y abriera la puerta”.
Hay que mencionar que la presunta víctima aseguró que los supuestos hechos ocurrieron dentro del lavado, donde no había cámaras. Sin embargo, el abogado de Alves señaló que la denunciante ha descrito ese momento previo “como vivido en un clima de terror, pavor o microcosmos de dominación, escenario que las imágenes desmienten del modo más radical”, asegurando que no hubo “intimidación ambiental” para doblegar su voluntad.
De acuerdo con el penalista, las piezas audiovisuales mostradas “entran en conflicto y contradicción con la descripción que hace la denunciante”, por lo que puso en duda también la explicación de la mujer sobre lo que ocurrió dentro del baño, que no está grabado.
Martell espera lograr con este recurso la libertad bajo fianza del futbolista, y ofreció cumplir con varias medidas para garantizar que este no se fugara: entre otras, indicó que su cliente está dispuesto a llevar una pulsera telemática que lo geolocalice.
También le propuso al tribunal que obligue al exjugador del Barcelona a comparecer periódicamente en el juzgado, “incluso diariamente”, entregar su pasaporte, que se le prohíba salir de España mientras se investiga el caso y que se le imponga una orden de alejamiento de la denunciante.
La defensa recalcó finalmente que no hay riesgo de fuga, y como prueba de ello es que Alves viajó desde México a Barcelona para declarar en comisaría a sabiendas de que le investigaban, y afirma que en la ciudad catalana tiene “arraigo personal, familiar, social y empresarial”.
El futbolista, por otro lado, rompió el silencio esta semana y les habría confesado a algunos de sus compañeros que no le asusta la compleja situación que está viviendo. Además, indicó que ya ha superado momentos bastante difíciles.
“Aceptaré lo que venga. Me fui de casa con apenas 15 años, he superado en mi vida situaciones muy difíciles y complicadas y esta será una más que pasará, no me asusta nada. El futbolista se ha quedado fuera y el Dani que está aquí es uno más”, precisó.
Igualmente, el brasileño admitió que mantuvo relaciones con la joven catalana de 23 años en el baño de la discoteca Sutton, pero mantiene que fue “con el consentimiento de ella” y que en un principio negó los hechos por temor a la reacción de su mujer, Joana Sanz.
El deportista se ha ido adaptando poco a poco a su nueva vida en la prisión de Brians, a donde fue trasladado el lunes pasado después de su detención. Incluso, ya jugó su primer partido de fútbol en el centro penitenciario con otros presos. Una ‘pachanga’ que tuvo lugar el pasado jueves y que provocó una gran expectación entre los reclusos y entre los funcionarios de la prisión, que no dudaron en agolparse en el patio para verlo jugar.
Alves se encuentra en el patio número 13 y comparte celda con otro brasileño, Coutinho, que trabajó como escolta del también futbolista Ronaldinho y con el que, al parecer, ha hecho una buena relación. También se ha filtrado que no se ha gastado la asignación semanal que le dan a cada preso.
Según los medios españoles, el futbolista ha rechazado la posibilidad de tener televisión y de comprarse un chándal. Tan solo ha usado 17 de los 100 euros de los que dispone, y lo ha hecho en productos básicos: un champú, un desodorante, varios refrescos energéticos, cuatro yogures y cuatro latas de atún.
*Europa Press