Las reglas de Qatar, que deberán cumplir los visitantes a la Copa del Mundo más que polémicas, han sido todo un desafío para millones de personas que no están acostumbradas al estilo de vida de los qataríes, o algunas de las costumbres básicas de los musulmanes, puesto que la religión oficial de este país es el islam.
Este tema ya tiene preocupada a Dani Duke, la pareja del influencer colombiano La Liendra, quien se habría ido a vivir la fiebre del futbol en Qatar, según ella, él y el amigo con el que viajó son “despistados”, por lo que teme que en algún momento se salgan de control y terminen en problemas.
“DaniBet y Mauricio se van a cumplir sus sueños, a ver fútbol, pero yo estoy muy nerviosa porque los dos son bien despistados. Entonces, no sé, simplemente estoy nerviosa”, afirmó Duke en medio de sus historias de Instagram, respondiendo a una dinámica de preguntas y respuestas de los usuarios.
Entre tanto, La Liendra también aprovechó para defenderse de las acusaciones y, dejar clara su posición sobre las afectaciones que pueda tener en medio de las restricciones del Mundial, indicando que si las autoridades intentaban llevarlo a la cárcel, entonces el tomaría medidas para que tuvieran “motivo” para hacerlo.
“Yo digo que ninguna. O sea, si a mí me llegan a meter a la cárcel por tomarme una cerveza, le pego un trancazo para que tenga un motivo para meterme preso”, afirmó jocosamente el influencer.
Reglas para no tener problemas en Qatar
Únicamente las personas que tengan entradas para un partido están autorizadas a entrar en Qatar desde el primero de noviembre, acompañadas de tres invitados como máximo, que deben adquirir un ‘derecho de entrada’ de 500 riales cataríes (140 euros o dólares), salvo en el caso de niños menores de 12 años.
Al término de la fase de grupos, el 2 de diciembre, ya no será necesario tener una entrada para los partidos para entrar en el país.
Seguirá siendo, sin embargo, obligatorio inscribirse en Internet para obtener una tarjeta Hayya, que hace las veces de visado. También habrá que adquirir los derechos de entrada de 500 riales para los mayores de 12 años.
Tener un alojamiento, reservado por la plataforma oficial de los organizadores o por otra vía, es obligatorio para los espectadores que permanezcan en el país más de 24 horas.
Alcohol, drogas y medicamentos
Consumir alcohol es legal para los no musulmanes de más de 21 años, pero es algo que está estrictamente regulado. Está prohibido llevar alcohol en las maletas, incluso aunque se haya comprado en duty free. Los residentes pueden adquirir en una tienda autorizada al respecto, pero no los visitantes. Los visitantes pueden beber en la mayor parte de los hoteles internacionales, donde una cerveza o un vaso de vino pueden costar unos diez dólares y un cóctel más de quince.
Puestos de venta de cerveza abrirán alrededor de los estadios a tres horas del inicio de los partidos y cerrarán treinta minutos antes del inicio de los partidos. Reabrirán durante una hora después del pitido final. En la principal fan zone de la Fifa, consumir alcohol solo será posible a partir de las 6:30 p.m. En las otras fan zones (algunas de pago), las reglas variarán.
Las drogas son igualmente ilegales. “Contemplad una sanción severa (prisión, multa, expulsión del país) por posesión, incluso en cantidades reducidas”, advierte la embajada del Reino Unido a sus nacionales.
Vestimentas y comportamiento
El velo no es obligatorio para las mujeres. Lo que sí se recomienda a todos es vestir “púdicamente” en público, cubriendo de hombros a rodillas. En los edificios oficiales se aplica esta norma. En los lugares frecuentados por los expatriados y visitantes esa norma es poco respetada.
Teniendo en cuenta las temperaturas (de 15 a 30 grados) y el uso frecuente de la climatización, se recomienda llevar también ropa de abrigo.
Las relaciones sexuales por fuera del matrimonio están prohibidas en teoría, pero los servicios de salud no preguntarán a las mujeres que necesiten un tratamiento médico si están casadas o no, incluso aunque estén embarazadas.
Está prohibido fotografiar a personas sin su autorización, así como edificios de instituciones gubernamentales, militares y obras. Tampoco se permite arrojar basura o escupir en la calle.