Este martes 6 de julio las selecciones de España e Italia se jugaron sus fichas para definir el primer finalista de la Eurocopa 2020. Sin duda alguna, este era el choque más llamativo de las semifinales pues ambas han sido consideradas desde el inicio del torneo como favoritas a quedarse con la corona.

Por un lado, Italia llegaba tras dejar en el camino en cuartos de final a la poderosa Bélgica por un apretado marcador de 2-1, mientras que los Azzurri venían de vencer en penales a la sorpresiva Suiza.

El equipo dirigido por el ex Barcelona Luis Enrique buscaba su final de Euro número cinco, e Italia de la mano de Mancini su cuarta.

Partido que tuvo un inicio bastante intenso de ida y vuelta difícil de sostener, ambas selecciones buscaron tener la mayor parte del juego la posesión del balón y por lo tanto el encuentro se volvió de mucha táctica y fricción en la mitad de la cancha.

La primera llegada fue en el minuto 13 de la primera mitad, cuando Emerson despejó un esférico peligroso tras un pase de Oyarzabal buscando entre líneas a Pedri, sin embargo, el volante italiano se impuso para ahogar una oportunidad clara de gol.

La Roja, como es apodada España, mantuvo su ímpetu durante un largo tramo del juego, inquietando el marco de Donnarumma que, aunque no era la figura, sí controló varios ataques por parte de su rival.

Italia tuvo su primera opción clara de gol a la altura del minuto 21, cuando el arquero Unai Simón se equivocó en salida y Lorenzo Insigne, junto a Barella, buscaron aprovechar el error, sin embargo, Busquets salvó los muebles.

La segunda parte tuvo más acción en ambas áreas, pues tanto Italia como España salieron a buscar el resultado con el fin de evitar esa fatídica prorroga y por supuesto los penales.

España inquietó el marcó italiano en el amanecer del juego cuando Mike Oyarzabal cabalgó desde la mitad de la cancha para descargar un balón hacia Busquets que llegaba a rematar, pero para su mala fortuna el balón se fue muy por encima.

Finalmente, en el minuto 15 el celofán se logró romper para los italianos. Federico Chiesa terminó un contragolpe perfecto con un remate desde fuera del área a la mano izquierda del golero Simón, dejándolo quieto y de esta manera adelantando a los suyos en camino a la gran final del torneo.

España adelantó sus líneas y buscó el empate en los minutos posteriores al gol; Oyarzabal, uno de los más insistentes en busca del gol desperdició un mano a mano ante la salida de Donnarumma.

La suerte en los minutos finales se le apareció a los ibéricos por medio del controversial, Álvaro Morata. El hombre de la Juventus de Italia recibió un balón dentro del área tras una gran jugada colectiva liderada por Dani Olmo, que habilitó al ariete para definir y poner el 1-1.

El juego se fue a la prórroga donde ambos equipos se sacaron chispas, creando varias ocasiones de gol. Morata tuvo en sus pies el segundo de la noche, sin embargo, la mala fortuna y el orden defensivo de Italia se impuso para que el juego siguiera igualado.

Por su parte, Italia tuvo la oportunidad de adelantarse en el marcador pero el VAR anuló una jugada de gol por fuera de lugar de Domenico Berardi.

Finalmente, desde los doce pasos la solidez de Donnarumma se impuso luego de atajar dos cobros de los ibéricos. Italia jugará su cuarta final de Eurocopa en la historia, ya que su última vez fue en 2012.