Los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes vencieron el domingo 17-10 a los Baltimore Ravens y jugarán su cuarto Super Bowl de los últimos cinco años ante los San Francisco 49ers, que lograron una espectacular remontada ante los Detroit Lions.
La final de la liga de fútbol americano (NFL), programada para el próximo 11 de febrero en Las Vegas, será así una reedición de la que los Chiefs ganaron en 2020 a los 49ers, que volverán a pugnar por su primer título en tres décadas.
Kansas City, que tuvo el apoyo en la grada de la cantante Taylor Swift, pareja del tight end Travis Kelce, tendrá la oportunidad de ser los primeros en revalidar título desde los New England Patriots de Tom Brady entre las temporadas 2003 y 2004.
Los Chiefs se impusieron con claridad a los Ravens en la final de la Conferencia Americana gracias a una férrea defensa y al liderazgo de Mahomes, que se impuso a Lamar Jackson en un duelo de quartebacks ganadores del premio MVP.
“Dios nos puso muchas adversidades en el camino este año y aceptamos el reto”, dijo Mahomes sobre un irregular curso en el que Kansas City acabó tercero de su conferencia. “No hemos sido favoritos en los últimos partidos, pero nunca nos sentimos inferiores. Tenemos muchos chicos en este equipo que saben cómo ganar”, recalcó.
A sus 28 años, Mahomes está lanzado a la conquista de su tercer anillo y seguir en la carrera de los récords de Brady.
Baltimore, el mejor equipo de la temporada regular, comparecía frente a su público como teórico favorito para clasificar a su primer Super Bowl desde el anillo de 2012.
Jackson, que probablemente obtendrá este curso su segundo MVP, terminó con 272 yardas y un touchdown de pase, pero se vio limitado a 54 yardas de carrera, cifras insuficientes frente a Mahomes, que dominó el ritmo de juego y registró 241 yardas y un touchdown de pase sin intercepciones.
“Estuvimos a un partido del Super Bowl y nos quedamos cortos”, lamentó Jackson, que hizo autocrítica tras la enésima decepción de su carrera en postemporada.
San Francisco sobrevive en Detroit
El otro boleto a Las Vegas lo sacaron los San Francisco 49ers con un ajustado triunfo 34-31 ante los Detroit Lions en la final de la Conferencia Nacional.
San Francisco, primer sembrado, tenía una desventaja de 17 puntos al medio tiempo pero su quarterback Brock Purdy, de solo 24 años, comandó después un parcial de 27-0 ante el colapso de unos Lions que siguen sin clasificar a un Super Bowl.
Detroit había ofrecido en la primera mitad una clase magistral de juego terrestre. Su experimentado mariscal de campo, Jared Goff, facilitó tres touchdowns que colocaron un asombroso 7-24 en el marcador al descanso.
El fantasma de una tercera eliminación consecutiva en final de conferencia recorrió el estadio de Santa Clara (afueras de Santa Clara), donde el rapero Eminem, ferviente aficionado de Detroit, disfrutaba en la grada.
Pero la fortuna y las malas decisiones del banco de Detroit provocaron un vuelco completo en el partido.
La acción clave fue un arriesgado pase de 51 yardas de Purdy que Brandon Aiyuk atrapó en el aire después de que se le escapara de las manos al esquinero Kindle Vildor.
La jugada facilitó que Purdy conectara otra vez con Aiyuk para un touchdown de seis yardas. Los Lions rápidamente perdieron la pelota a solo 24 yardas de su zona de anotación dejando en bandeja otra anotación de Christian McCaffrey.
Detroit ya no pudo sobreponerse al empuje de San Francisco y a su propia maldición en los playoffs y acabó sufriendo una desgarradora derrota que los mantiene en la lista de los únicos cuatro equipos que no han llegado a un Super Bowl.
“Jugamos tan mal como pudimos en la primera mitad, pero aún así estábamos a 17 puntos2, dijo el entrenador de 49ers, Kyle Shanahan. “Fue duro al principio, pero el carácter que tenemos en nuestro equipo... Estamos deseando ir a Las Vegas”, completó.
El nuevo campeón de la NFL se decidirá en el partido del próximo 11 de febrero, que será transmitido para Colombia y Latinoamérica a través de ESPN y Star+.
*Con información de la AFP.