El pasado 6 de marzo, un hecho sin precedentes se vivió en el estadio La Corregidora, escenario que presenció el juego entre Atlas y Querétaro válido por la Liga MX. Más allá de lo ocurrido en el terreno de juego, hechos violentos se presentaron en las tribunas del complejo deportivo que dejaron alrededor de 22 heridos.

Se jugaba el minuto 63 del partido cuando en las tribunas comenzó un enfrentamiento a golpes entre seguidores de ambos clubes. Ante la incapacidad de resolver los hechos, los escasos elementos de seguridad del estadio abrieron los accesos a la cancha para que la gente pudiera ponerse a salvo con el juego en marcha.

Por la invasión, el compromiso se detuvo de inmediato, los futbolistas se dirigieron a la zona de vestidores y la cancha comenzó a llenarse de gente; algunas personas, entre ellas familias con niños, buscaban ponerse a salvo mientras otras llevaron la violencia al terreno de juego con más intercambio de golpes.

A un costado del campo el módulo del VAR fue vandalizado, el monitor quedó destruido. Imágenes difundidas en redes sociales mostraban a personas en el suelo tras la trifulca.

Con el correr de los días y con el arduo trabajo de las autoridades locales, los responsables fueron apareciendo uno a uno. El pasado 8 de marzo, diez hombres fueron detenidos como presuntos responsables de los incidentes violentos que dejaron varios heridos.

“En continuidad a las acciones de investigación (...) por lo sucedido durante el partido Querétaro vs Atlas, se informa que se ha detenido a las primeras 10 personas del sexo masculino”, informó un comunicado de la Fiscalía de Querétaro.

Fueron detenidos “por su posible participación en delitos de homicidio en grado de tentativa, violencia en espectáculos deportivos y apología del delito”, añadió la nota.

“Se dio cumplimiento a 21 órdenes de cateo (allanamiento) otorgadas por el juez de control del Poder Judicial”, indicó el organismo, luego de que fueron identificados, gracias imágenes de medios y de redes sociales, los presuntos responsables de esta violenta riña desatada en las tribunas y luego trasladada a pleno campo.

Ahora bien, casi diez días después la Fiscalía de Querétaro confirmó este jueves 17 de marzo la captura de más responsables de estos hechos que fueron repudiados por todo el mundo.

Dos hombres fueron detenidos en la jornada, con lo que asciende a 27 la cifra de capturados por la batalla campal en el estadio La Corregidora. “A estas dos personas se les detuvo por el delito de violencia en espectáculos deportivos y se les presentará ante el juez de control para definir su situación jurídica. Las órdenes de aprehensión fueron cumplimentadas en la capital del estado”, explicó la autoridad a los medios de comunicación.

Sin embargo, de los 27 detenidos en un comienzo, se ha podido conocer que dos fueron liberados, ya que las pruebas presentadas no fueron suficientes para judicializarlos de manera severa.

Hinchas Atlas y Querétaro en batalla campal. | Foto: 2022 Jam Media

Sanciones a directivas del club Querétaro

En primera instancia, la cúpula del fútbol mexicano decidió sancionar con 5 años de inactividad a los directivos de los Gallos Blancos, argumentando que “hubo omisiones considerables, principalmente de la empresa de seguridad privada, de las policías y, por lo tanto, del propio club, que es el principal culpable de su contratación y su coordinación”, de acuerdo con las palabras de De Luisa. En ese orden de ideas, se decidió que la administración del club regrese a manos del Grupo Caliente, que había vendido sus acciones a los dirigentes destituidos por los hechos del pasado sábado.

El estadio La Corregidora también fue sancionado con un año de veto, es decir, que el Club Querétaro tendrá que disputar sus partidos como local sin público hasta marzo de 2023. Durante el plazo de la sanción no podrán vender entradas a sus hinchas para los partidos de sus equipos masculino, femenino ni las fuerzas básicas.

Las barras organizadas del cuadro queretano, señaladas de provocar los disturbios, también recibieron un castigo de tres años sin poder ingresar al estadio y un año sin poder hacerlo en cualquier escenario deportivo donde su equipo juegue en calidad de visitante. De paso, la hinchada de Atlas estará sancionada por seis meses sin poder entrar a ningún partido que el actual campeón dispute fuera del estadio Jalisco.