Moisés Fuentes aprendió a nadar por instinto. Se escapaba a una quebrada cerca de su casa en San Gil, Santander, y saltaba al vacío sin titubear. Comenzaba a chapotear, pataleaba y manoteaba una y otra vez hasta que salía a flote. Llegaba con dificultad hasta la orilla y se volvía a lanzar. Nada lo hacía más feliz que desafiar la corriente y por si algo fallaba, se amarraba a su pecho una pipeta de gasolina que hacía las veces de flotador.   Hoy Moisés ya no requiere de ninguna ayuda para mantenerse a flote y se desliza por el agua como el más veloz de los peces. Compite en escenarios como El cubo de agua de Beijing y el Complejo Acuático de Londres y ya tiene una capítulo con su nombre en la historia del deporte nacional: fue el primer colombiano en ganar una medalla paralímpica, con el bronce que obtuvo en los 100 metros pecho en Beijing, y acaba de ganar su segunda presea, esta vez de plata, en Londres.   Lo que permanece intacto en este santandereano, de 38 años, es la misma sensación de libertad cuando toca el agua. “Es la mejor forma de sentirme sin ataduras, totalmente relajado”, le contó a Semana.com. Por eso, aunque probó con el baloncesto en silla de ruedas definitivamente se quedó con la natación.   En las piscinas encontró la posibilidad de construir una vida después del accidente que a los 17 años le quitó el movimiento de sus piernas.   Era el 13 de octubre de 1992 cuando cuatro hombres armados entraron por la fuerza a la casa de su hermano Rodrigo, un comerciante que vendía café y cacao en Santa Marta, y lo asesinaron. Moisés recibió seis tiros, uno a nivel de las vértebras 9 y 10 y quedó con una lesión medular que lo dejó parapléjico.   El nadador apenas había cursado quinto año de primaria en una escuela pública y su vida no tenía un rumbo fijo pero ese ataque, lejos de frustrarlo, le hizo descubrir todas las posibilidades que el destino tenía para ofrecerle.   Sentado en su silla de ruedas, el deportista arrancó su carrera en la vida y en la natación. Sus logros incluyen el séptimo puesto en Sydney 2000, el quinto en Atenas 2004, la medalla de bronce en Pekín 2008 y ahora la medalla de plata en Londres 2012 con un tiempo de 1:36.92.   Moisés no solo es un ejemplo de liderazgo en las piscinas. Cuenta con tres títulos profesionales: una licenciatura en idiomas, otra en contaduría pública y una tecnología en deportes y es el secretario ejecutivo de la Liga de Discapacitados Físicos de Santander.   El nadador sueña con incentivar el deporte en los jóvenes colombianos para prevenir la drogadicción y la delincuencia. Moisés sabe de sobra que los límites para él no existen. “Discapacitado es aquel que teniéndolo todo no quiere hacer nada”, dice con la sonrisa que lo caracteriza.