El número del mundo del tenis se encuentra en el ojo de la polémica luego de ser retenido en el aeropuerto de Melbourne, de Australia, y se le notificara la decisión de no ser aceptado en el país oceánico por no estar vacunado en contra del coronavirus.
El tenista, que recibió a última hora una determinación que consiste en rechazarle de manera inmediata la visa y hacerle el pedido expreso de retirarse del país, todavía se encuentra en suelo oceánico resolviendo su problema.
Ante este gran revuelo que se ha generado en el mundo del tenis, el jugador se pronunció por primera vez este viernes tras su lío. En su cuenta oficial de Instagram, mandó un sentido mensaje a los miles de aficionados que se preocuparon por él ante esta retención en suelo oceánico.
“Gracias a mi familia, a mis amigos, a Serbia, y a toda la gente buena alrededor del mundo que me envía su apoyo. Gracias a Dios por la salud”, escribió en un mensaje en serbio. Ese apoyo, “puedo sentirlo y es enormemente apreciado”, escribe también en inglés.
El número uno mundial del tenis les deseó también una feliz Navidad a los ortodoxos, después de despertar por segunda vez el viernes en un centro de retención de Melbourne, donde comienza el 17 de enero el Open de Australia, primer torneo del Grand Slam de 2022.
El tenista quedó en espera de una expulsión tras la anulación de su visado de entrada en Australia, en la noche del miércoles al jueves, ya que no cumplía las estrictas condiciones de entrada en el territorio, impuestas en el marco de la lucha contra la covid-19.
Desde que Djokovic fue recluido, los seguidores del tenista y otras personas que simpatizan con su postura se han manifestado públicamente, en Melbourne pero sobre todo en Serbia, donde el tenista es un ídolo nacional.
El padre de Novak, Srdjan Djokovic, convocó un día más a los seguidores de su hijo a los protestas en Belgrado.
“Mi hijo está en prisión desde hace tres días. Es el mejor deportista del mundo. No ha contravenido ninguna ley de ese país”, declaró a la prensa. El tenista no será expulsado antes del lunes, fecha de una nueva audiencia ante un juez de Melbourne.
Desafiando la lluvia, medio centenar de personas —entre aficionados al tenis, manifestantes antivacunas y defensores de los derechos de migrantes— se congregaron en este día de la Navidad ortodoxa en el exterior del centro de retención en Melbourne.
“Hemos venido a apoyarlo porque es nuestra Navidad y lo está pasando mal” dijo Sash Aleksic, delante de las instalaciones. No todos los manifestantes eran sin embargo seguidores de Djokovic. “Los refugiados son bienvenidos, Djokovic no lo es” coreó un grupo, hasta que la policía intervino para separarlo de los seguidores de la estrella serbia.
El centro de retención, ubicado en el antiguo Hotel Park, alberga a 32 refugiados y solicitantes de asilo, atrapados en el estricto sistema de migración australiano.
Se cree que el tenista serbio se puede hallar entre ellos, pero las autoridades fronterizas se han negado a precisar dónde está recluido Djokovic.
A diez días del inicio del torneo (17-30 de enero), es una incógnita si el serbio podrá buscar su décima victoria en Melbourne, la cuarta consecutiva, y batir el récord de 21 Grand Slams que comparte con Roger Federer y Rafa Nadal.
Con información de la AFP*