El sábado 24 de septiembre se vivió una noche mágica para los amantes del boxeo, pues en el coliseo Elías Chegwin se presentaron varios combates con púgiles de renombre como Yuberjén Martínez, quien consiguió su primer título como profesional al derrotar al venezolano Jimson García.

Más allá del espectáculo del que fueron testigos los asistentes al recinto deportivo en Barranquilla, una de las peleas causó alarma y terminó cortándole la vida a uno de los deportistas que se presentaron en el ring. La pelea por el título nacional de peso welter junior (140 libras) enfrentó a Luis Quiñones con José Muñoz.

Aunque la pelea se llevó a cabo con normalidad, siendo una de las más destacadas, el final no fue el mejor porque Quiñones tuvo que ser retirado en camilla y llevado de emergencia a la Clínica General del Norte.

En el octavo y último round, los boxeadores intentaron dar sus mejores golpes para definir al ganador de la pelea, pero el desenlace no fue favorable para Luis Andrés Quiñónes Guzmán, a quien su máxima pasión le quitó la vida a los 25 años de edad.

Su fallecimiento ha generado todo tipo de mensajes, uno de ellos del presidente Gustavo Petro. Por medio de su cuenta de Twitter, el mandatario le expresó sus condolencias a los familiares del púgil.

“Duele mucho ver partir a un joven lleno de sueños y con todo un futuro por delante. A la familia del boxeador santandereano Luis Quiñones: un abrazo de corazón, lamento mucho este difícil momento”.

La pelea que le quitó la vida

En una de las esquinas del ring, arrinconado contra las cuerdas, Muñoz intentó conectarle varios golpes a Quiñones, lanzando algunos ganchos y terminando con dos jabs (puñetazo directo al oponente con el brazo extendido). Lo curioso es que ninguno de esos puños tuvo éxito, porque fueron esquivados.

Aun así, Luis Quiñones se desplomó en la lona sin recibir ningún golpe en ese momento de la pelea, dejando en incertidumbre a todos. Tras lo sucedido, después de validar con la mesa, donde hubo indicación de golpe, el árbitro Leonel Mercado siguió el conteo hasta diez para finalmente decretar el nocaut.

Sin tener reacción alguna, la asistencia médica tuvo que ingresar al ring para atender a Luis Quiñones, quien durante ese último round ya había tenido algunos trastabilleos al caminar. De inmediato fue trasladado a la Clínica General del Norte de Barranquilla, donde le tuvieron que practicar una cirugía de emergencia para sacarle un coágulo de sangre del cerebro.

“Pronóstico muy reservado para la vida y la función con alta morbimortalidad, lo cual se ha informado ampliamente a sus familiares. La organización Clínica General del Norte brinda al paciente, a su núcleo familiar todo el acompañamiento psicológico, espiritual con el apoyo de todo el equipo interdisciplinario de salud, soporte tecnológico para la óptima atención del paciente”, fue el primer parte médico tras las primeras 72 horas.

El boxeador de Barrancabermeja tuvo que ser inducido a un coma para poder ser tratado, esperando que respondiera. Lastimosamente, tras seis días en cuidados intensivos, este viernes se confirmó que no pudo ganar su pelea más importante, en la que el rival era la muerte.

Leonardo Quiñones, hermano del joven deportista, confirmó la muerte que en las últimas horas había desmentido. “Te nos adelantaste mi hermano del alma, ahora estás en el regazo de tu padre celestial, al que tú adorabas y servías, te amo mi hermano Luis Quiñones, por siempre y para siempre en nuestros corazones”, escribió en las redes sociales.

Antes de esa pelea del sábado 24 de septiembre, Quiñones tenía un registro positivo de 10-0, sumando seis de esas victorias por nocaut. Y sin saberlo, el combate contra su amigo José Muñoz fue el último.