La fiebre amarilla está desbordada y uno de los grandes responsables de este fervor es el volante James Rodríguez, quien ha sabido aprovechar el campeonato para demostrar que, pese a los años y a los problemas de continuidad en los clubes por los que ha pasado, su zurda y su calidad siguen intactas.
Por el otro lado, en las toldas argentinas, está Lionel Messi, para muchos el mejor del mundo, pero quien, a pesar de haber mermado su nivel, es una ficha determinante en el ensamblaje de su selección. Aunque ya no corre como antes, su inteligencia y rapidez mental son un insumo del que su técnico, Lionel Scaloni, todavía se vale para conseguir títulos. No en vano llegan a esta final como campeones del mundo y campeones de la más reciente Copa América.
Pero el cucuteño llegó a esta Copa América como la piedra angular del técnico Néstor Lorenzo. Es, además de ser quien organiza las ideas en el campo de juego, el jugador que ha unido de nuevo a la selección y el encargado de liderar este equipo dentro y fuera de la cancha.
Durante el certamen ha sido el futbolista más destacado, no solo de Colombia, sino de toda la copa; ha completado seis asistencias y tiene un gol, cifras que dicen mucho de su nivel y de la claridad que tiene cuando está en el terreno de juego.
El 10 colombiano acumula 337 minutos de rodaje en esta edición de la Copa América y espera que contra Argentina pueda ratificar su buen momento para seguir haciendo historia, pues se convertiría en el jugador colombiano con más asistencias en la historia del torneo de selecciones más antiguo del mundo.
Sin duda alguna es el renacer de una leyenda que alcanzó su nivel más alto en el Mundial de Brasil 2014, cuando también fue el estandarte de la selección Colombia; en esa oportunidad fue goleador del campeonato, marcó el gol más bonito y fue reconocido con el Premio Puskás gracias a ese tanto de media volea que marcó en los octavos de final contra Uruguay. Por ello, se convirtió en el 10 del Real Madrid.
Ahora, James, luego de pasar por varios clubes en Europa y de regresar a Sudamérica para jugar con el São Paulo, ha demostrado que su pie y su magia siguen tan vigentes como en aquella Copa del Mundo que lo lanzó a la gloria. A todo esto hay que sumarle una gran dosis de madurez que le ha permitido volver a posicionar su nombre como uno de los mejores jugadores del mundo, asegurando y revalidando por qué es considerado, por muchos, como el más importante en la historia de la selección Colombia.
Messi, el rey que va de salida
La calidad y el talento del rosarino nunca han estado en duda; sus 38 títulos a nivel de clubes y sus cinco trofeos con la selección de Argentina hablan por sí solos, palmarés que podría aumentar si logra vencer a Colombia en la final de esta Copa América.
Mientras James relanza su carrera, Messi es consciente de que cada vez es menos el tiempo que le queda para dar el adiós definitivo al fútbol; con 37 años, y habiendo ganado todo lo que se propuso, el 10 de Argentina quiere seguir haciendo historia y despedirse de su selección entregándole un nuevo trofeo.
En esta edición del certamen, Messi, a pesar de ser considerado como un hombre determinante, no ha mostrado su mejor forma; sin embargo, sigue inspirando respeto y teniendo bastantes destellos de calidad.
Hasta el momento ha entregado una asistencia y tiene un gol en lo que va de la Copa América. En total, durante el torneo, ha jugado 360 minutos y es el único argentino en disputar siete ediciones de este campeonato; además, completó 36 partidos, marca con la que dejó atrás el registro que tenía el arquero chileno Sergio Livingstone, quien logró disputar 34 encuentros.