La relación entre Swift, la cantante más popular del momento, y Kelce, otro de los líderes de los Chiefs, ha generado todavía más expectativa por el gran espectáculo del deporte estadounidense, que se realiza por primera vez tendrá como escenario Las Vegas (Nevada).
La final de la liga más poderosa del mundo en la capital del juego espera batir récords tanto de apuestas deportivas como de audiencias televisivas, al sumar a nuevos públicos atraídos por el mediático romance de Taylor Swift.
La diva del pop voló el sábado de vuelta a Estados Unidos después de actuar en Tokio y este domingo arribó al Allegiant Stadium con un atuendo oscuro y al hombro una chaqueta roja, el color de los Chiefs.
Swift entró al recinto acompañada de la rapera Ice Spice y la actriz Blake Lively varias horas antes del inicio del juego (15H30 locales - 23H30 GMT) cuando Kelce y sus compañeros calentaban en el césped.
Kansas City ha ganado nueve de los 13 partidos a los que asistió la cantante, que suele vivir con intensidad los juegos en el palco, especialmente las acciones de su pareja.
Una multitud de famosos, grandes apostadores y aficionados abarrotarán los 65.000 asientos de la cancha de los Raiders para disfrutar del pulso entre los Chiefs de Mahomes, el heredero de Tom Brady, y los emblemáticos 49ers, que llevan desde la temporada 1994 sin elevar el trofeo Vince Lombardi.
Unos 500 aviones privados habrán aterrizado para el juego durante una semana en que Las Vegas recibió a unos 300.000 visitantes que se estima que han dejado entre 600 y 700 millones de dólares a la economía local.
Mensaje de Trump sobre Swift y Kelce
Los afortunados que hayan conseguido una entrada para el Super Bowl, cuyo espectáculo del medio tiempo estará a cargo de la estrella del R&B Usher, habrán tenido que realizar una importante inversión.
En la web de venta de entradas Stubhub los asientos más baratos disponibles costaban el domingo 5.713 dólares y los más caros se disparaban hasta los 196.875 dólares.
La Asociación Estadounidense del Juego espera que unos 67 millones de estadounidenses - aproximadamente una cuarta parte de la población adulta del país - hagan apuestas relacionadas con el Super Bowl, generando un monto estimado de 23.100 millones de dólares.
El Super Bowl también adquirió este año tintes políticos a raíz del idilio entre Swift y Kelce. La relación ha sido objeto de teorías conspirativas de voces de la derecha que afirman que forma parte de un complot para influir en las elecciones presidenciales de noviembre y que culminaría con un triunfo el domingo de Kansas City y un apoyo público de Swift a Joe Biden.
El expresidente Donald Trump, probable candidato republicano, se refirió a la cantante el domingo afirmando que cualquier apoyo de Swift a Biden sería “desleal”, dado que su gobierno impulsó una legislación de derechos de autor en 2018 que se considera ampliamente beneficiosa para los artistas.
“Joe Biden no hizo nada por Taylor, y nunca lo hará”, escribió Trump en su red Truth Social. “No hay manera de que ella pudiera apoyar al corrupto Joe Biden, el peor y más corrupto Presidente en la Historia de nuestro País, y ser desleal con el hombre que le hizo ganar tanto dinero”.
“Aparte de eso, me gusta su novio, Travis, aunque puede que sea un liberal y probablemente no me soporte”, agregó.
La dinastía ‘Chief’ en juego
En medio de toda esta vorágine, Chiefs y 49ers se reencontrarán en un Super Bowl que tiene todos los ingredientes para convertirse en un clásico.
Kansas City está presente en la final por cuarta vez en las últimas cinco temporadas, con triunfos en 2020 y 2023 y una dolorosa derrota en 2021 ante Brady y sus Tampa Bay Buccaneers.
La dinastía de los Chiefs quedaría oficialmente inaugurada con un tercer anillo que además los convertiría en la primera franquicia en revalidar campeonato desde que Brady lo logró con los New England Patriots entre 2003 y 2004.
El choque resulta clave también para Mahomes que, a sus 28 años, aspira a seguir en ruta hacia el récord de siete títulos que posee el ya retirado Brady.
Del otro lado, los 49ers ambicionan cerrar su sequía de títulos y tomar revancha de la derrota que sufrieron ante los Chiefs en el Super Bowl de 2020.
En aquella final, celebrada en Miami (Florida), Mahomes comandó una espectacular remontada de diez puntos al entrar en el último cuarto hasta vencer a San Francisco por 31-20.
El ‘quarterback’ de San Francisco, Brock Purdy, se estrenará en el gran escenario a los 24 años y tendrá a su disposición el mayor arsenal ofensivo de la liga, con Christian McCaffrey, George Kittle y Deebo Samuel al frente.
Los Chiefs, en cambio, se han reinventado a partir de la defensa y, tras una campaña irregular, llegan en su mejor momento tras despachar en playoffs a potentes rivales como los Baltimore Ravens del MVP Lamar Jackson.
*Con información de AFP