Después de su regreso a la Selección Colombia, el volante James Rodríguez parte como una de las cartas bajo la manga de Reinaldo Rueda para el duelo de este jueves ante Brasil. El jugador, que milita hoy en día en el Al-Rayyan de Catar, tiene gratos recuerdos en tierras cariocas, pues allí se consolidó como uno de los jugadores con mejor proyección en el mundo.

Brasil sabe el rival que tiene al frente y de la magnitud de James en la Tricolor. En 2014, sus hinchas e incluso la ‘canarinha’ vieron cómo el colombiano se hizo profeta en dicha tierra.

Después de la dura baja de Radamel Falcao García para el Mundial de 2014, Rodríguez quedó como el comandante del barco colombiano que tuvo un debut por lo alto en la cita futbolística. Ante Grecia, el volante que en ese momento militaba en Mónaco de Francia, logró dejar su primer sello goleador. Fue sobre el cierre del encuentro cuando su rival estaba jugado al ataque, el combinado dirigido por Pékerman contratacó y dejó un balón al ‘10′ que remató ceñidamente al palo de la mano derecha del portero rival, estremeciendo a un estadio que estaba atiborrado de almas colombianas.

En la segunda jornada, James volvió a mostrar su calidad, encaminando un nuevo triunfo de Colombia. Esa vez, el volante abrió el camino con un cabezazo letal tras un tiro de esquina que batió las manos del portero de la poderosa Costa de Marfil.

El colombiano resolvió un partido que hasta la segunda parte estuvo cerrado y que solo una pelota quieta podía abrir. Finalmente, Juan Fernando Quintero selló el 2-1 con el que la Tricolor se afirmaba en el liderato del grupo C.

En el último partido de la zona, James explotó nuevamente y con uno de los goles que fue catalogado como uno de los mejores de aquella Copa del Mundo, firmó un 4-1 y el tercero en su lista.

Con una brillante fase de grupos, los hinchas locales se rendían a los pies de James Rodríguez e incluso lo consideraban uno de los mejores jugadores del torneo solo con tres partidos disputados.

Llegaban los octavos de final y la Tricolor se medía ante un gigante en estas citas, Uruguay, que si bien era un viejo conocido de los ‘cafeteros’, se veía con otros ojos. Por supuesto, James sacó su casta pese a su juventud.

Después de un comienzo bastante cerrado, James supo resolver a su manera, con su zurda mágica sacó un fuerte remate de media distancia que se estrelló en el horizontal para luego meterse en el arco de Muslera que no pudo hacer nada ante la pintura colombiana.

Para ponerle la frutilla al postre y poner el nombre de Colombia en los cuartos de final de Brasil 2014, James aprovechó una gran jugada colectiva que terminó con un pase de Pablo Armero para definir de manera solvente dentro del área.

Cinco goles en cuatro partidos hacían de James el gran goleador del Mundial y estrella consolidada en suelo carioca que cada día generaba más expectativa con el 10.

En los cuartos de final, el líder de la Tricolor se topó con el que sería su pesadilla durante noventa minutos. Brasil, el local, le arrebató la posibilidad al mediocampista de llegar más lejos con los suyos. Entre lágrimas y decepción, James se retiró del Castelão de Fortaleza, pero se llevó los aplausos de toda la afición local y, por supuesto, de sus rivales.

James Rodríguez anotó su último gol con la Selección Colombia el 17 de noviembre de 2020 ante Ecuador. | Foto: 2020 Getty Images

Desde 2014, la rivalidad con Brasil se ha tornado más intensa y pese a que los locales siguen siendo favoritos, Colombia ha sido una de las pocas que ha llevado contra las cuerdas a este onceno que se muestra este jueves sólido.

El dilema de Rueda será la titularidad del volante, y aunque no es posible, sí puede inyectar durante los 90 minutos su liderazgo para poder sacar un buen resultado y seguir en la lucha por Catar 2022.