Noches enteras sin dormir, llanto, amenazas constantes y la preocupación de su familia que no se atreve ni a salir a la calle, es la situación que vive Daniel Cataño y sus seres queridos después de haber errado el penal frente a Kevin Mier, arquero de Atlético Nacional en la final y además salir expulsado.
SEMANA habló con el 10 del Deportes Tolima quien no se guardó nada de ese momento que pudo ser crucial para conseguir la estrella en el onceno de Ibagué.
SEMANA. ¿Qué pasó en ese penal frente a Atlético Nacional?
Daniel Cataño, jugador del Tolima. “No, nada. Eso es lo que pasa normalmente cuando jugamos al fútbol. Debemos aceptar que nos equivocamos y esta vez me tocó fallar en un momento importante como es una final. Simplemente, es aprender y tomar eso como un aprendizaje y como una experiencia para nuestra carrera y seguir creciendo como persona y como futbolista todos los días”.
SEMANA. ¿Cómo ha sido el apoyo de su hija Antonia, de su esposa, de su familia?
D.C. “Es una situación compleja. Uno como ser humano se cree muy fuerte, pero también se afecta, se siente el batacazo o el rigor de lo que se está viviendo y bueno, no ha sido fácil sobre todo para mi familia. Nos hemos refugiado en Dios, somos hombres de fe, somos una familia de fe, que creemos en Dios y eso ha sido lo más importante. Pienso que todo esto que pasó es porque hay un propósito mayor de parte de Dios y que nos está preparando para llevarnos aún a un nivel superior de fe y de victoria entonces mi familia ha sido parte fundamental en eso, mi esposa, mi hija mis padres mis amigos primos. Mucha gente cercana que nos ha estado pendiente y ya pasando este trago amargo. Afortunadamente, ya pude volver a jugar y con el pasar de los días seguramente se va a calmar”.
SEMANA. ¿Ha llorado?
D.C. “Sí, acá pasa de todo en este tipo de situaciones, pasan cualquier cantidad de emociones sobre la vida de uno. Claro que he llorado, no lo niego, porque somos seres humanos y sentimos. Somos de carne y hueso y ha sido más como de la misma impotencia, la misma desazón o ese sentimiento que produce haber perdido una final. De creer uno que ha fallado que le ha fallado a la familia, a los hinchas porque aparte este equipo nunca ha sido campeón en su estadio. He recibido amenazas, gente ha querido, utilizar un teclado una red social para atentar contra la integridad del ser humano y son cosas que uno no comparte. Me toca vivir y afrontar. Sin embargo, debo salir a la cancha y no darle mente a nada. Sin embargo, es un tema más familiar por mi esposa, mi hija, mis padres, mi mamá que son los que más sufren con ese tipo de cosas”.
SEMANA. ¿Siente que está en peligro su vida o la de su familia con tantas amenazas?
D.C. “Pues un día como hoy quiera salir con mi familia a tomar una copa de vino, compartir en un restaurante, sacar mi hija un centro comercial a que esté en los jueguitos y no es prudente. De pronto no irse a encontrar uno con una persona que le cree un momento incómodo, tal vez que nos haga daño. Uno como profesional todos los días vive esto.
SEMANA. ¿Cuál es el momento más angustiante que ha vivido?
D.C. “Lo más difícil fue un momento después que terminó el partido que fue un momento muy intenso. Yo estaba en el camerino y mi familia estaba en la tribuna. Fue un momento bastante fuerte, porque yo era con mi tristeza, con mi duelo en el camerino, con mis compañeros. Algunos compañeros me vieron llorando, algunos todavía como con adrenalina del partido, algunos con rabia, algunos dando a entender que había sido culpa de uno. Pero hasta que no supe de ellos, no estaba bien y no me tranquilicé. Fue el momento más difícil tener que llegar al hotel esa noche, no dormí pensando en todo y en especial en mi familia. Hubo personas que intentaron amenazar a mis padres, sobre todo a mi primo. Filtraron el número del celular de un familiar y lo tienen muy afectado con tanto mensaje.”
SEMANA. ¿Peleó con Moya?
D.C. “Moya y yo compartimos equipo desde hace muchos años, jugamos en leones en la B, siempre hemos tenido una buena amistad y no pasó nada del otro mundo. Él estaba con su tristeza, con su rabia por haber perdido el partido por porque lo tuvimos ahí. Nosotros sentimos ese momento muy cerca y nos cambió todo, fue bastante difícil. Nos disculpamos y pensamos en Libertadores”.
SEMANA. ¿Descríbanos qué pasó por su cabeza exactamente en el momento en el que se para frente al balón?
D.C. “Lo único que yo pensaba realmente era hacer el gol y salir corriendo para donde estaba mi padre, mi esposa, mi hija, mi suegra, mis hermanos y mis primos y celebrar con ellos. Había muchas cosas en juego porque yo sabía que era Nacional. Cuando yo iba a cobrar el penalti, Banguero que había sido compañero mío, mencionó a donde yo pateaba. Ya lo había hecho con Medellín en copa, pero él señaló al lado contrario al que yo elegí y Kevin se la jugó, no conté con fortuna. Entonces bueno pasó lo que tenía que pasar.
SEMANA. ¿Daniel, usted siente que merecía la tarjeta roja?
D.C. “Para ser sincero yo ni he querido analizar bien la jugada. Mientras el VAR la revisaba la vi de ladito. He escuchado comentarios que sí y otros como que no. Igual ya estaba cobrado y ya no había nada que hacer. Hay que mirar hacia adelante y en lo que está por venir”.
SEMANA. ¿Usted siente que es el culpable de que el Tolima no haya ganado la estrella?
D.C. “No. El partido no se pierde solamente con mi penal, el partido se pierde en Medellín y se pierde en el último minuto en Ibagué. Mi acción sí tuvo que ver, pero no soy 100 % culpable”.
SEMANA. ¿Usted está de acuerdo con aquellos que dicen que se debería repetir el juego por la invasión en el penal?
D.C. “Yo no me doy cuenta, pero uno se supone que si hay un VAR, ven el posible error, para mí también les faltó en eso, pero bueno. Los partidos se ganan es en la cancha. Pero como yo me equivoqué no creo que ellos se hayan equivocado de gusto. Creo que todos somos seres humanos y todos nos equivocamos en alguna vez”.
SEMANA. ¿Qué le dice a la gente que asegura que usted le indicó a Kevin Mier a donde patear?
D.C. “Que están locos. Banguero le señala el lado derecho a donde yo la cruzo normalmente, Kevin me mira y trato de jugar con eso a mi favor y le digo, sí allá va pensando que de pronto él se iba a jugar para ese lado, eso fue lo que pasó en medio del penal. El día que yo haga eso, me retiraré del fútbol. Yo soy muy competitivo. Creo que soy el que más dolores de cabeza le doy al profesor porque yo siempre quiero jugar y cuando no me pone, o me pongo mal, se me daña la cara. Me considero una persona muy competitiva en ese aspecto. Entonces para yo decir que voy a ir a regalar un penal cuando estaba mi familia ahí, cuando estaba por medio de un premio económico, la clasificación del equipo a otra copa libertadores. No me vendí como muchos dijeron”.
SEMANA. ¿Qué le dijo el profesor Hernán Torres?
D.C. “Cuando no me veo en el once titular, me siento mal. Él es una persona muy frentera y yo soy igual, siempre hablamos mirándonos a los ojos y en especial, con el asistente técnico. Pensaron que no jugara, no convocarme para que estuviera con mi esposa y con mi hija. Yo lo único que le dije que soy feliz jugando al fútbol”.
SEMANA. ¿Lo sucedido lo llevará a tomar nuevos aires, dicen que de Junior lo quieren. Es verdad?
D.C. “Tengo contrato con el Deportes Tolima hasta junio del 2023, pero hay cosas que no dependen solo de mí. Yo he conseguido muchas cosas aquí. Hemos sido campeones acá, mi hija nació acá en Ibagué. Si llegó el momento que piensan muchas cosas, más que todo por mi familia. No maté a nadie, no hemos cometido ningún delito. Si nos toca irnos, pues llegaría un arreglo con ellos y no tendría ningún problema porque uno tiene que estar donde esté tranquilo, donde pueda ser feliz y si me toca quedarme , me quedo sin ningún problema. Si me chiflan la verdad no me haría daño. Esperar a ver qué pasa con este tema. De Junior no se han comunicado conmigo. Nos debemos el Deporte Tolima y tenemos contrato”.
SEMANA. ¿Quiere enviar un mensaje final?
D.C. “Nosotros somos seres humanos, nos equivocamos y no lo hacemos con gusto. Quería coger la gloria con las manos y ganar. Pero a veces estas cosas pasan. Creo que como sociedad tenemos que seguir transformando y cambiando y darnos cuenta de que las personas no podemos atentar contra otro por el fútbol o por una camiseta. Invitarlos al amor”.