De un velorio a la cancha. Una escena que pocos futbolistas quisieran vivir, mucho menos cuando se tiene 12 años de edad. Sin embargo, Braian Garzón, capitán de Atlético Nacional sub 12 debió afrontarla en pleno torneo del baby fútbol en Medellín. El campeonato en el que jugadores tan grandes como James Rodríguez, Juan Fernando Quintero, Mauricio Molina, Falcao García, David Ospina y Santiago Arias, dieron las primeras muestras de su talento al mundo.
Pocas horas antes de enfrentar el segundo partido del todos contra todos vs. Deportivo Cali, al técnico Diego Gianfranco Ferraro lo despertó una llamada en la madrugada que como es común a esa hora, no significaba nada bueno. “A mí me marcaron a las 2:00 a. m. a decirme que en la autopista Medellín-Bogotá se presentó un accidente de tránsito. Esteban, hermano de Braian, nuestro capitán, venia desde el oriente, la moto resbaló en el suelo mojado por la lluvia, chocaron contra el separador y fue un golpe mortal”, contó a SEMANA.
De inmediato, el entrenador tuvo que replantear su estrategia que lejos de la cancha lo obligaba a pensar en cómo asumir la situación que le cambiaría la vida al capitán de la categoría sub 12 de Atlético Nacional. “Lo primero que hice fue llamar al papá y le pedí estar junto a los hijos, Esteban con 19 años era el que cuidaba de Braian cuando los papás no estaban”, dijo Ferraro.
A Braian, que desde los 5 años hace parte de las escuelas del verde paisa, se le puso a disposición todo el acompañamiento necesario para sobrellevar la perdida. “Se veía cansado, afligido, deshidratado. Intentamos hacer lo que él quería y lo que escogió fue distraerse” dijo el DT.
´El profe´, como le dicen los niños, tiene no solo la experiencia para dirigirlos, sino también para acompañarlos en una pérdida, en especial cuando se trata de un hermano. Diego Gianfranco Ferraro perdió a uno de sus hermanas a sus cinco años y dice no poder olvidarlo jamás. Por eso con fortaleza habló con su eco en la cancha. A Braian le dio la potestad de decidir qué hacer. “Yo me voy a despedir de mi hermano y me voy a mi partido”, le dijo el pequeño de 12 años con decisión y carácter.
Un minuto de silencio dio inicio al partido. Braian con manos atrás y mirada al cielo dedicó lo que sería el encuentro a su hermano. “La corporación deportiva Los Paisitas nos apoyó con psicólogo para hacer acompañamiento no solo a Brian, sino también a su familia”, dijo agradecido el técnico de Nacional sub 12 .
Otra de las estrategias que usaron desde el equipo, fue mantener al margen de lo sucedido a los compañeros que han respetado a Braian por su liderazgo. “Le entregué el carné de cada uno de sus compañeros, lo dejamos dar algunas indicaciones en la cancha. Lo tratamos sin lástima, lo hicimos sentir importante”, contó a SEMANA el entrenador que decidió sustituir al volante, que luce la casaca número 8, al minuto 40. “Su desempeño fue muy bueno en el partido, pero decidimos sacarlo por el cansancio, no había dormido bien y pasó muchas horas llorando por su hermano. Terminado el cotejo, le contamos a los demás para que lo apoyaran en medio de la adversidad”.
Mientras Gianfranco y Braian estaban concentrados en el Deportivo Cali, en la tribuna contaban con un espectador muy especial. Dorlán Pabón, figura del equipo profesional se enteró de lo sucedido y junto al equipo de comunicaciones liderado por David Gutiérrez le contaron al club lo vivido por el pequeño.
De inmediato se planeó un homenaje al pequeño que se llevaría a cabo en el amistoso en el que el equipo de Alejandro Restrepo enfrentaría a las Águilas Doradas de Rionegro. “Fue un detalle espectacular. Me lo llevé engañado para Rionegro, le dije al papá que le empacara el uniforme de presentación y que lo convenciera que daríamos una vuelta”, contó a SEMANA el DT de la categoría sub 12.
Tras el pitazo inicial, Braian nunca se imaginó que en la camiseta de ´memín´, el jugador que como él luce el número 8 se estamparía el nombre de su hermano. “Esa camiseta dice Esteban profe”, dijo Braian entre lágrimas a su entrenador. Le parecía increíble que su hermano estuviera presente de alguna manera.
“Al final del partido parecía en Disney”, describió el técnico. Y cómo no, si los jugadores del club dos veces campeón de la Copa Libertadores se tomaron fotos con él, lo animaron a seguir adelante, le firmaron la camiseta que Dorlan le regaló y el técnico del equipo principal le prometió ir a verlo a la cancha Marte. Esa promesa se la cumplió en el juego por octavos de final en el que Nacional sub 12 derrotó a Envigado 2 a 1 para instalarse en los cuartos del Festival de festivales.
Braian, que vive con su papá en el barrio el Playón, cerca a Zamora, que proviene de una familia humilde y admira profundamente a Alexander Mejía, encontró en Dorlan Pabón un nuevo ídolo. “Hoy lo molestamos y le dijimos Braian Pabón”, contó el técnico a SEMANA.
Sin embargo, está convencido que ese momento de alegría en medio de una pérdida es un regalo de ese ser querido que siempre lo quiso ver entre los grandes del fútbol profesional colombiano.