El equipo más ganador de Europa no pasa por su mejor momento. Desde que se coronaron campeones de la Champions League la temporada pasada, cuando vencieron al Liverpool en Ucrania, todo han sido malas noticias. El entrenador que los llevó a la gloria, Zinedine Zidane, anunció su renuncia. Su goleador y jugador estrella, Cristiano Ronaldo, fue transferido a la Juventus de Turín. Y, por si fuera poco, el rendimiento deportivo en las diferentes competiciones, tanto continentales como locales, ha mostrado a un equipo frágil y desconocido.Lo invitamos a leer: Por 75 millones de euros, Frenkie de Jong es nuevo jugador del Barcelona Sin embargo, cuando las cosas fallan siempre hay jugadores que salen al rescate. Ese es el caso del capitán del onceno madrileño Sergio Ramos, quien se ha caracterizado por su coraje y empuje dentro del terreno de juego. Hoy, en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, dio una nueva muestra de sus capacidades. La diferencia que llamó la atención en esta oportunidad fue la sutileza que lo hizo destacarse.

Corría el minuto 40 del encuentro y el Real Madrid no pasaba del empate contra el Girona, conjunto que ocupa la doceava posición en la Liga Española y que había llegado a esta instancia definitiva tras eliminar heroicamente al Atlético de Madrid. La pelota cayó, luego de un rebote, en los pies del brasileño Vinicius Junior que fue derribado en el área cuando intentó regatear. El juez no dudó en decretar la pena máxima y Sergio Ramos tomó la responsabilidad.Puede interesarle: Argentina, Catar y Paraguay serán los rivales de Colombia en la fase de grupos de la Copa América La definición que culminó dentro del arco rival fue exquisita. Al mejor estilo ‘Panenka’, el andaluz ejecutó el penalti y dejó estupefacto a todo el Santiago Bernabéu. Su anotación serviría para que la ‘Casa Blanca’ se impusiera por 4 a 2 y llegue en un buen estado de ánimo al partido de este domingo que lo enfrentará al Espanyol de Barcelona.