James Rodríguez volvió a ser importante este domingo en el empate de Olympiacos frente a Panathinaikos, líder de la Superliga de Grecia. El colombiano se mostró participativo y generó las ocasiones más claras de su equipo en la primera parte, haciéndose merecedor de buenas opiniones en la prensa y aplicaciones especializadas en el desempeño de los jugadores.

En la segunda mitad, con más espacio para correr, la presencia de James perdió brillo, sin embargo, estuvo presente al momento del gol de Pep Biel, que parecía romper el invicto de Panathinaikos. Pero un penal en la agonía del partido sentenció un empate que, de todas formas, es positivo para que Olympiacos empiece a recuperar sensaciones positivas.

Los rojiblancos regresarán a la acción este miércoles, enfrentando a Levadiakos en condición de visitante, antes de enfrentar otro de sus clásicos como despedida por el parón de selecciones. AEK Atenas será el último rival del colombiano previo al Mundial de Qatar 2022, con la incógnita de su presencia para el amistoso de la Selección Colombia frente a Paraguay el 19 de noviembre.

Olympiacos tiene planificado hacer una gira por España para no perder ritmo de competencia y cuentan con James, que cada día se ve más comprometido con su regreso al viejo continente. “A seguir disfrutando que falta mucho por jugar”, publicó un par de horas después del empate 1-1 en el clásico de Grecia.

No cabe duda que la llegada de James a Olympiacos fue todo un acierto, pues el nivel de exigencia es ampliamente superior a lo que vivió en menos de un año con el Al-Rayyan. El ‘10′ se ve más entero físicamente e incluso ha logrado encadenar una buena serie de partidos sin las lesiones que tantos dolores de cabeza le han generado.

No obstante, el no estar en una de las cinco grandes ligas ha impactado de manera contundente en su valor de mercado, de acuerdo a los datos actualizados constantemente por el portal Transfermarkt.

Este viernes se conoció que el volante cucuteño alcanzó su precio más bajo desde que llegó a Europa, incluso menor al momento en que salió de Banfield para fichar por el Porto. A Olympiacos llegó con un valor de 13 millones de euros, que parecía estabilizarse al tener oportunidades en el once inicial.

Pero la realidad es que se desplomó de nuevo y ahora está por debajo de los 10 millones, un contraste preocupante al ver la forma en la que se ha comportado James en el mercado desde que tomó la decisión de ir al Real Madrid, su cesión al Bayern Múnich, el regreso a la casa blanca y las dos travesías por Inglaterra y Qatar.

El portal especializado en el mercado de fichajes del fútbol, indica que esta caída en el precio se debe a “su edad y su pérdida de protagonismo” en Europa, después de haber decidido abandonar el Everton para una experiencia inesperada en el medio oriente.

El punto máximo de su carrera fue en el año 2014, cuando llegó a estar avaluado en 80 millones de euros, cifra cercana a lo que terminó pagando el Real Madrid al Mónaco tras su impresionante presentación en Brasil. En ese precio se mantuvo durante unos años, hasta que, como consecuencia de su relación con Zinedine Zidane, recaló en la Premier valiendo 35 millones.

De ahí en más han sido 6 caídas de manera consecutiva hasta llegar al punto crítico de los 9 millones, del que parece bastante difícil de salir. Con esta nueva devaluación, James hasta perdió el puesto como el jugador más caro de la liga griega, superado por su compañero de equipo Diadié Samassékou, que tiene una cotización de 12 millones de euros.