El escándalo del beso del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, a la futbolista Jenni Hermoso en medio de la celebración por el título mundial español sigue escalando.
La última persona en pronunciarse fue el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien recibió al equipo ibérico en su sede, el Palacio de La Moncloa.
Sánchez fue durísimo contra Rubiales, apuntando que el gesto del directivo demuestra que aún resta mucho camino por recorrer en España.
“Las jugadoras lo han hecho todo para ganar, pero ha habido algunos comportamientos como el del señor Rubiales, que si manifiestan algo es que en nuestro país queda mucho camino por recorrer en materia de igualdad y respeto entre mujeres y hombres”, sostuvo Sánchez en su alocución.
El presidente catalogó el beso como gesto inaceptable
Pero ahí no se detuvo Sánchez, quien catalogó el beso de Rubiales como “inaceptable” y calificó de forma negativa las disculpas que presentó el directivo.
“Lo que vimos fue un gesto inaceptable, pero también las disculpas del señor Rubiales no son suficientes e incluso no son adecuadas y que por tanto tiene que continuar dando pasos para aclarar lo que vimos todos en los medios de comunicación”, expresó.
El pasado lunes 21 de agosto, en un video, Rubiales ofreció disculpas y admitió que “seguramente me he equivocado”, pero que lo hizo en “un momento de máxima efusividad”.
“Aquí lo veíamos algo natural, normal, pero fuera parece que se ha formado un revuelo”, dijo Rubiales en el video.
“Si hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme, no queda otra. Y además aprender de esto y entender que cuando uno es presidente de una institución tan importante como la federación, pues tiene que, sobre todo en ceremonias y en este tipo de cuestiones, tener más cuidado”, añadió.
Pedro Sánchez habló de una posible dimisión de Rubiales
Dentro de sus palabras, el presidente Sánchez también acotó que “quiero que nos quedemos con la parte buena, porque el éxito de ser campeonas del mundo y precedido de victorias semejantes en la Sub-17 y Sub-20 demuestra que tenemos unas grandes deportistas y que el fútbol femenino tiene una fuerza, vigor y un mayor respaldo y reconocimiento que desde el Gobierno de España vamos a continuar desarrollando”.
Pero el punto álgido llegó cuando el presidente del gobierno español fue interrogado por una posible destitución a Rubiales por lo sucedido con Jenni Hermoso.
“La Federación no pertenece al Gobierno de España y es elegido y destituido por sus asociados, pero son insuficientes (sus disculpas) y tiene que dar más pasos para aclarar un comportamiento inaceptable y que no va en sintonía con lo que piensan la mayoría de los españoles. Su petición de disculpas son insuficientes, tiene que ser más claro y contundente”, expresó.
Rubiales fue denunciado
Miguel Galán, director del Centro de Formación para los Entrenadores (Cenafe), presentó una denuncia contra Rubiales por incumplir la ley 29 de 2022 en el deporte, por un “acto sexista hacia una jugadora”.
En un escrito, Galán explica que “según la Disposición Final 1ª de dicha ley, se trata de un acto sexista intolerable del deporte. Le corresponde, por tanto, al Consejo Superior de Deportes trasladar mi denuncia al Tribunal Administrativo del Deporte para iniciar un expediente para investigar el alcance del acto reglado por la nueva ley del deporte”.
El director de la Cenafe ha sido un acérrimo rival de la gestión de Rubiales en España y está reclamando la apertura de un expediente con el presidente de la RFEF.
Por otra parte, el ministro de Cultura y Deporte del país, Miquel Iceta, dijo a Radio Nacional de España que “es inaceptable besar en los labios a una jugadora para felicitarla”.
Más fuerte fue la reacción de la ministra de Igualdad, Irene Montero. “Es una forma de violencia sexual que sufrimos las mujeres de forma cotidiana y hasta ahora invisible, y que no podemos normalizar. Es tarea de toda la sociedad. El consentimiento en el centro”, escribió Montero el domingo (20 de agosto) en la red social X, previamente conocida como Twitter.