En el retorno de las ligas en el Viejo Continente, después de la vibrante jornada Fifa en los últimos días, le tocó al París Saint-Germain abrir la fecha 5 de la Ligue 1 en el Parque de los Príncipes. El cuadro dirigido por Luis Enrique sacaba pecho tras golear 1-4 al Lyon, uno de sus máximos rivales en la cita doméstica, pero en la actual fecha quedaron lejos de lucir en esa expresión.
Para el quinto examen del PSG en el torneo, su rival le plantó cara y le produjo bastante daño, hasta el punto de que le arrebataran los tres puntos en su propia casa. Todos los méritos fueron para el Niza, uno de los oncenos más tradicionales y animadores frecuentes del campeonato francés, que le ganó 2-3 al ‘peso pesado’ de su país en territorio parisino.
Las anotaciones de la visita fueron de Terem Moffi en cuota doble (21′ y 68′), además de Gaetan Laborde (53′) en representación de los ‘aguiluchos’, como se les conoce en la Ligue 1. Por su parte, el PSG reaccionó con la pujanza y jerarquía de Kylian Mbappé (29′ y 87′), que de todos modos, únicamente sirvieron para decorar el resultado.
Así fue el triunfazo del Niza ante el PSG
Inició el partido y la visita empezó a inquietar los predios de Gianluigi Donnarumma. La estrategia del Niza radicó en presionar la salida del golero italiano, quien no lució cómodo en los tramos iniciales. Con el temor de que se hiciera el desgaste en vano, afortunadamente para los foráneos, llegó rápidamente la primera conversión.
Terem Moffi, el centroatacante del Niza, estuvo en el área expectante tras un quite de balón a Mbappé. En ese rebote, el futbolista nigeriano empalmó de pierna zurda y provocó el silencio total en el recinto futbolero a los 20 minutos.
De inmediato, para corregir el craso error en el primer gol, Kylian Mbappé igualó la contienda en ese momento para el PSG, ocho minutos después de recibir el golpe.
El francés se desquitó con la red y sacó provecho a una habilitación de Ahcraf Hakimi, el carrilero derecho que hizo el desgaste y fue en picada a cercanías del área; el popular ‘Kiki’, en la medialuna, remató de primera intención y casi rompe las redes de lo fuerte que le pegó.
Así se fueron ambos equipos a los vestidores. La premisa de Francesco Farioli, timonel del Niza, radicó en instruir a los muchachos para que siguieran presionando arriba. Al técnico solo le servía ganar en una plaza tan hostil y pesada.
Los jugadores le entendieron esa idea e ingresaron a la cancha con ese aire propositivo. Muy temprano, a los 53′, el fútbol les iba a compensar ese sacrificio. Gaetan Laborde tocó la puerta y anotó el segundo gol de la visita.
Después del aguante de Moffi en el área, esperando a sus receptores luego de una jugada de contragolpe, Laborde picó al segundo palo y recibió la habilitación solo para empujar la esférica, frente al repliegue del bloque defensivo y el regreso inminente a propio campo.
Este no era el único golpe para el PSG en el complemento. Ojalá lo fuera, porque de nuevo Terem Moffi, la gran figura del juego y quien marcó el desequilibrio, anotó el tercer gol luego de que Laborde le devolviera el favor con asistencia.
Moffi picó hacia el área y manejó los tiempos. Frente a una defensa nerviosa y buscando anticiparlo, el ariete supo bien manejar la situación y, en el instante de encontrar un ángulo ideal, soltó hacia una de las esquinas del pórtico oponente. Un baile total del delantero a los 68′ en duelo con los zagueros.
De todos modos, como acto de honra y el hecho de ser tapa en los diarios, Mbappé recortó la diferencia con un soberbio golazo para el PSG.
A través de la banda derecha, con el talento de Hakimi, cedió el balón al área donde se ubicó Randal Kolo Muani, el joven refuerzo de los parisinos luego de su periplo en Eintracht Frankfurt; allí probó englobar la bola a su costado izquierdo, donde Mbappé se la rebuscó y luego convirtió de tijera. Un golazo que no iba a alcanzar.
A fin de cuentas, victoria del Niza y baldado de agua fría para Luis Enrique y sus dirigidos, que no podrán ser líderes en el cierre de la quinta jornada por Ligue 1.