El ministro de Salud de Brasil, Marcelo Queiroga, defendió este martes la celebración en el país de la Copa América afirmando que “no es un evento de grandes proporciones” y que “el riesgo de contraer coronavirus es el mismo con o sin partidos”, pues no habrá público en las gradas.
Queiroga compareció este martes por segunda vez ante la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) que estudia la gestión que ha estado haciendo el Gobierno de Brasil de la pandemia, después de que los miembros del comité consideraran que se había mostrado ambiguo en su primera cita y tras conocerse también que el país había decidido albergar la competición sudamericana.
“Dar o no el aval a la Copa América en Brasil no es una labor del Ministerio de Salud. El presidente me pidió que avalase los protocolos. Avalamos los protocolos de la CBF (Confederación Brasileña de Fútbol) y de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol). Los estados que albergan partidos están de acuerdo. (...) Entonces, no veo desde el punto de vista epidemiológico justificación para no realizar este evento”, explicó.
Al mismo tiempo, recordó que a lo largo de este año se han celebrado en el país las competiciones nacionales de fútbol, además de la Copa Libertadores, que reúne a los mejores equipos del continente, y que en el caso de este torneo habrá unas 650 personas implicadas. “No es un evento de grandes proporciones, no es una Olimpiada”.
“La práctica de deportes está permitida en Brasil. (...) El riesgo de contraer coronavirus es el mismo con o sin partidos. No estoy diciendo que no haya riesgos, digo que no hay riesgos adicionales (...). Sin la presencia de público en los estadios no hay riesgo de aglomeraciones”, defendió.
Cuestionado por las imágenes en las que días atrás se vio al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, participando en grandes aglomeraciones y eventos a su favor sin respetar la distancia de seguridad y sin usar mascarillas, Queiroga evitó pronunciarse al respecto y zanjó la cuestión afirmando que su función no es hacer juicios de valor.
“Es un acto individual. Las imágenes hablan por sí solas. No voy a hacer juicios de valor con respecto a la conducta del presidente de la República. No soy un censor”, dijo poco antes de subrayar que “las recomendaciones están ahí” y “depende de todos respetarlas”.
Durante una de sus intervenciones, Queiroga señaló que están trabajando para acelerar el plan de vacunación y reforzando las campañas de concienciación sobre la enfermedad, después de que se le haya estado achacando al Gobierno brasileño de no haber hecho lo suficiente para informar a la población sobre ello.
“El presidente me ha dado autonomía para conducir el Ministerio de Salud”, pero “eso no significa carta blanca”, matizó Queiroga, quien “hasta el momento” no se ha sentido “desacreditado”.
Con respecto a su capacidad de decisión dentro del Ministerio de Salud, a Queiroga se le preguntó sobre quién resolvió no contar con la infectóloga Luana Araújo para liderar la Secretaría Extraordinaria de Combate contra la Pandemia y, contradiciendo unas declaraciones que hizo a finales de mayo, aseguró que fue él quien optó por no contar con ella.
“No hubo ninguna restricción. A pesar de sus calificaciones, hubo ciertas diferencias dados los temas que aquí se tratan, divergencias en la profesión médica. Y entendí que, en ese momento, su presencia en ese contexto no sería importante. Decidí no hacerlo”, dijo.
“Me di por vencido porque su nombre no estaba obteniendo el consenso que quería. Cambié mi decisión”, explicó después de recordársele que hace unas semanas dejó entrever que dicha decisión habría venido desde el Palacio de Planalto.
Con información de Europa Press.