Liverpool y Chelsea se volvieron a ver las caras en una final luego de dos meses. Tras el duelo disputado en el mes de febrero que dejó campeón a los reds desde los penales, este sábado 14 de mayo, ambos equipos protagonizaron otro electrizante choque, esta vez por la FA Cup.
Klopp no se guardó nada y decidió poner su nómina de gala para medirse a los dirigidos por Tuchel, que buscaban revancha. El entrenador alemán de Anfield puso toda su confianza en el tridente letal, el cual fue liderado por el colombiano Luis Díaz.
De entrada, se vivió un partido emocionante, el cual tuvo opciones para ambos bandos durante los 90 minutos. La primera opción clara de gol nació en los pies de Díaz, quien después de recibir un balón perfecto de Arnold al vacío se encontró mano a mano con Mendy, que ganó la disputa con una gran atajada.
El conjunto de Anfield Road se hizo dueño de la pelota por un largo tramo del primer tiempo, incluso tuvo más opciones claras de gol que, lastimosamente, no se concretaron.
Con el correr de los minutos, el Chelsea fue creciendo en el juego y se fue asentando en el terreno de juego. Los de Tuchel empezaron a llegar con peligro al arco de Allison, que se convirtió en figura durante los últimos minutos.
La primera chance llegó después de un contragolpe letal liderado por Pulisic, quien terminó cediendo el esférico a Marcos Alonso, jugador que perdió un mano a mano ante el golero brasileño.
El Liverpool se vio perdido por algunos minutos y más por la pérdida de una de sus figuras, Mohamed Salah, quien tuvo que salir entre lágrimas por una lesión muscular. Dicha noticia enciende desde ya las alarmas en los rojos de Liverpool, de cara a la gran final de la Champions con Real Madrid el próximo 28 de mayo.
Para la segunda parte, el Chelsea salió con otra cara en los primeros minutos. De entrada, el cuadro azul inquietó el marco rival estrellando un esférico en el horizontal. El encargado de hacerlo fue nuevamente Marcos Alonso, quien luego de un cobro de costado por poco sorprende a Allison.
Díaz volvió a tomar protagonismo en el juego al crear una nueva chance de gol. Tras una larga corrida del portugués, Diogo Jota, el colombiano recibió el esférico que controló y remató rasantemente, yéndose este muy cerca del vertical derecho del pórtico de Mendy.
El colombiano nuevamente apareció para generar peligro al arco azul. Sobre el minuto 68 recibió un balón de Thiago Alcántara para luego encarar a un rival y rematar levemente por encima.
Las opciones siguieron llegando para los de Klopp. Díaz y Robertson fueron los encargados de hacer temblar el arco del Chelsea que con el paso de los minutos se salvaba. En primera instancia, Díaz estrelló un balón sobre el vertical izquierdo de Mendy tras un remate dentro del área.
Minutos más tarde, después de una gran jugada colectiva que terminó en sector derecho, James Milner metió un centro al segundo palo para que Robertson llegara solo; sin embargo, su remate se estrelló nuevamente en palos, ahogando el grito de gol.
Las acciones se fueron al alargue, tal cual y como ocurrió en la final de la Copa de la liga. El cansancio perduró en el equipo de Klopp, quien tuvo que hacer variantes en el frente de ataque para no perder el ímpetu.
Sobre los primeros minutos del tiempo extra, el estratega decidió sacar a Díaz, tras muestras de fatiga, en un duelo con el francés Kanté. Lucho fue ovacionado por los miles de aficionados del Liverpool que se agolparon en Wembley.
Finalmente, el campeón se definió desde los doce pasos, donde el Liverpool se impuso con un marcador de 6-5, tras anotar el último cobro por medio de Tsimikas.