En medio de un gran ambiente en La Bombonera, Boca Juniors y River Plate se enfrentaron este domingo por la séptima fecha de la Copa de la Liga Argentina. El juego estuvo marcado por un intenso ida y vuelta, con chances claras para ambos equipos. Sin embargo, fue el equipo de la banda cruzada quien finalmente se quedó con los tres puntos gracias a un gol con un poco de suerte del venezolano Salomón Rondón y otro en el último minuto de Enzo Díaz.
En los primeros compases del Superclásico, River tomó la iniciativa en La Bombonera y buscó poner en aprietos a Boca. Los Xeneizes no se encontraron cómodos en el inicio del partido.
En un momento en el que Boca parecía no poder encontrar su ritmo frente a River, los Xeneizes tuvieron dos oportunidades notables. En una de ellas, reclamaron un penal que el árbitro no concedió tras un contacto de Armani con Benedetto. Tras un arranque más prometedor por parte de River, Boca logró equilibrar el control del juego, y el Superclásico se mantuvo nivelado. El marcador seguía empatado 0-0 en la primera media hora.
Al minuto 38, Darío Benedetto disparó, y su tiro rozó el arco, pero estaba en posición de fuera de juego. Esta fue la segunda ocasión en la que el delantero de Boca fue sorprendido en posición adelantada.
A los 41 minutos del primer tiempo, River se adelantó 1-0 en el marcador en La Bombonera. El gol fue obra de Salomón Rondón, quien desvió la pelota tras un disparo de Enzo Pérez. Tras el gol del cuadro visitante, los hinchas locales comenzaron a expresar su descontento con cánticos de “movete, Boca, movete.”
En el minuto 49 del primer tiempo, Lanzini tuvo la oportunidad de anotar el segundo gol para River, pero su disparo fue detenido por Chiquito Romero. El Millonario mantenía su ventaja de 1-0.
Comenzó el segundo tiempo del Superclásico con River liderando y Boca realizó tres cambios al ingresar a Medina, Equi Fernández y Barco, mientras que Blondel, Bullaude y Ramírez abandonaron el campo.
Cuando iban nueve minutos del segundo tiempo y Boca mostraba signos de recuperación, River respondió de manera sólida: Esequiel Barco disparó, pero su tiro fue contenido por Chiquito Romero, quien envió la pelota al córner.
Dos minutos después, Salomón Rondón se abrió paso por la banda izquierda y disparó desviado, perdiendo así dos oportunidades claras para River. Poco después, Milton Casco sufrió una fuerte colisión en el partido al caer de espaldas tras un cabezazo y fue reemplazado por Enzo Díaz.
Al igual que en la primera mitad, los jugadores de Boca y River volvieron a protagonizar intercambios acalorados en el campo de juego, lo que mantuvo el ambiente del Superclásico muy tenso.
Jorge Almirón decidió enviar a Edinson Cavani y Exequiel Zeballos al terreno de juego, en un intento por buscar el empate en el Superclásico. El uruguayo se unió a Benedetto en la delantera.
En una jugada al límite, poco antes de los 30 minutos del segundo tiempo, se le anuló un gol a Boca por fuera de juego. El VAR determinó que el tanto de Edinson Cavani no sería válido, ya que el uruguayo se había adelantado a la defensa de River y, tras un rebote, ejecutó una espectacular tijera, pero la revisión confirmó su posición adelantada.
A pesar de los esfuerzos del Xeneize, en la parte final y en los seis minutos de adición no pudo encontrar el arco. Enzo Díaz fue el encargado de sentenciar el Superclásico con el 2-0 definitivo, después de un letal contragolpe.
Con esta victoria, River escaló a la tercera posición del grupo A con 13 puntos, mientras Boca se mantiene en la novena plaza de la zona B con siete unidades.