Un Real Madrid disminuido por las bajas de Karim Benzema y Thibaut Courtois pasó este martes 25 de abril una noche de pesadilla en su visita al Girona. El argentino Valentín Castellanos marcó póker en Montilivi y firmó una sorprendente goleada que le deja servida al Barcelona la posibilidad de extender a 14 puntos la diferencia sobre su máximo rival.
“El Girona juega un fútbol muy bonito, es un equipo muy bien organizado, sobre todo con balón. En casa lo ha hecho muy bien”, había elogiado en la previa Carlo Ancelotti, técnico del cuadro merengue, sin saber el baño que les caería y que encendería las alarmas de cara a la semifinal de Champions para la que faltan poco más de dos semanas.
A los 12 minutos, el cuadro catalán ya estaba por delante en el marcador con un remate de cabeza en el corazón del área. Miguel Gutiérrez la sirvió con un delicado toque de zurda, que Castellanos convirtió en gol con un potente disparo imposible para el arquero Andriy Lunin, titular por la gastroenteritis de Courtois.
Real Madrid intentó despertar de la mano de Vinicius, pero al 24 le cayó el segundo tras una pelota al vacío que cogió mal parado a Éder Militao. El Taty tomó la pelota con mucho espacio y definió cruzado para el 2-0 que ya era noticia a esa hora en España, teniendo en cuenta que el Girona llegaba en la undécima posición del campeonato.
Vinicius logró encender una luz para el campeón de Europa a los 34 minutos, sentenciando de cabeza el 2-1 parcial con el que se fueron al descanso, dejando en el aire una posible remontada con la que soñaban para no perderle pisada al Barcelona en la punta del campeonato.
Lamentablemente, para Ancelotti y sus dirigidos, Girona se encontraba en una noche soñada, tanto que apenas al primer minuto de la segunda parte anotó el tercero, otra vez gracias a su goleador. Un centro de Couto desde la derecha se paseó por toda el área y le cayó sin oposición a Castellanos, que la mandó a guardar de primera para el 3-1.
La cereza sobre el pastel llegó a los 62 minutos, provocando el delirio en las tribunas de Montilivi, donde los aún incrédulos pudieron respirar tranquilos por una victoria que ya se veía venir. El argentino, impacable dentro del área, apareció a la espalda de Militao para desviar un remate al arco y decretar el 4-1.
Con el ingreso de Camavinga, los madridistas trataron de apretar el paso en los minutos finales para evitar que la diferencia en el marcador aumentara, pero solo les alcanzó para descontar a través de Lucas Vásquez, artífice del 4-2 definitivo, cuando faltaban cinco minutos para el final del tiempo reglamentario.
Con este resultado, el Madrid se queda en segunda posición con 65 unidades, a 11 del Barcelona, que este miércoles 26 visitará la casa del Rayo Vallecano para darle una sentencia casi definitiva a la liga española. En caso de vencer, el conjunto culé se pondrá a 14 puntos de su primer escolta, faltando solo siete partidos para el final de la temporada, es decir, 21 puntos en juego.
Al cuadro merengue no le quedará otra que rezar por una debacle de su rival, o enfocarse definitivamente en los dos títulos que todavía puede ganar. El 6 de mayo disputará la final de la Copa del Rey ante Osasuna y tres días después arrancará la electrizante serie de Champions ante el Manchester City, mismo rival al que venció hace un año para acceder al duelo en el que conquistó su ‘orejona’ número 14 frente al Liverpool de Jürgen Klopp.