En un video grabado por una cámara de seguridad de un restaurante en Cúcuta quedó capturado el momento en el que tres futbolistas del conjunto motilón son víctimas de un atraco a mano armada. Hernán Burbano, Tomás Maya y Matías Rodríguez estaban dialogando en el establecimiento cuando ingresan dos hombres usando casco de moto y los amenazan con una pistola para que le entreguen sus pertenencias.
A los jugadores no les queda otra alternativa que acceder a la pretensión de los asaltantes y terminaron entregando celulares, joyas y el dinero en efectivo.
Las autoridades no se han pronunciado sobre el caso, pero el caso fue tema de un consejo extraordinario de seguridad convocado por la inseguridad que se vive en la ciudad fronteriza. Este episodio se dio, además, en un momento crítico para el equipo. El pasado domingo miles de hinchas del Cúcuta se congregaron en la Plaza de Banderas para protestar por la gestión del presidente, José Augusto Cadena, quien en las últimas semanas amenazó con mover el club de la ciudad.
En un video registrado por los mismos hinchas se capta el instante en el que uno de los asistentes a la protesta rapa el teléfono de otro que estaba grabando el bus del equipo.
Rápidamente, el ladrón sale corriendo con su botín sin posibilidad de que la víctima del robo pueda reaccionar. La afición del Cúcuta está disgustada con la posibilidad de quedarse sin equipo, pero el directivo no se siente satisfecho con el acompañamiento del público en el estadio y dijo que iba a mover el club para Zipaquirá. Sin embargo, Cadena reflexionó y aceptó que estaba tomando una decisión impulsiva.
Sin embargo, lo que detonó la molestia de la afición motilona es un audio publicado por el diario La Opinión en el que Cadena despotrica de los hinchas. "Tenemos que armar es un equipo baratico, un equipo Sub 20, a ellos no les interesa el club (los hinchas) entonces no vuelvo a hacer ninguna promoción de 2x1", asegura Cadena en el audio.
A esto se suma que varios jugadores han denunciado que no les pagan sus sueldos y su seguridad social. Al punto que Acolfutpro ha exigido que se le retire el reconocimiento deportivo al club.