Sergio Ramos ha añadido un nuevo episodio a su largo historial de agresiones en el Clásico 241 entre el Real Madrid y el Barcelona. La víctima del español fue nada menos que el astro Lionel Messi. Cuando estaba por terminar el primer tiempo, el defensor recuperó una pelota pero en el mismo movimiento lanzó un manotazo que impactó la cara del 10 del Barcelona.

El argentino se lanzó al suelo tras el golpe esperando alguna reacción del árbitro. Ambos jugadores tuvieron un cara a cara y estuvieron a punto de darse un cabezazo en uno de los momentos más tensionantes del encuentro.

Los futbolistas del Barça pedían la tarjeta roja para el capitán del Madrid, sin embargo el juez Alberto Undiano consideró que la jugada no merecía sanción y tampoco intervino el VAR. Más adelante Ramos vio la amarilla por una falta, precisamente, sobre Lio Messi. Esta semana Ramos fue sancionado por la UEFA por provocar una tarjeta amarilla deliberadamente en la ida de los octavos de final de la Champions League frente al Ajax por lo que se perderá los próximos dos partidos con su equipo en la competencia europea.